La lesión más frecuente en los accidentes de tráfico es el latigazo cervical, la definición médica que hace referencia a la lesión producida por una flexión o extensión brusca, repetida y excesiva del cuello. Por supuesto, no es la única ni la más grave de las lesiones producidas en los impactos de vehículos, pero sí la más recurrente, porque el alcance produce una flexión forzada del cuello porque asocia en una fracción microscópica de tiempo un movimiento de hiperextensión de la columna cervical con un movimiento de flexión forzada.

“El síndrome del latigazo cervical puede causar dolor de cuello, hombros y espalda, y también puede afectar a los nervios, músculos y ligamentos en el cuello. Si no se trata adecuadamente, puede convertirse en un problema crónico de dolor y afectar a los tejidos blandos y a los músculos del cuello”, advierte el Dr. Luis Alberto Marín Morales, responsable del equipo de Traumatología y Cirugía Ortopédica del Hospital Quirónsalud Ciudad Real y uno de los especialistas de la Unidad de Tráficos del centro, que añade que, en algunos casos, puede acarrear una sensación de pinchazos o adormecimiento en los brazos y manos.
Tras un accidente de tráfico, indica el especialista, lo natural, y por muy leve que haya sido el impacto, es realizar algunas pruebas diagnósticas. “Generalmente, y tras una exploración de urgencia, con un estudio radiológico simple suele ser suficiente si el accidentado no muestra patologías de mayor complejidad. Ante la sospecha de un latigazo cervical, con una radiografía lateral de columna cervical se observará la típica rectificación de la curvatura de la columna en esa región. Esta curvatura (que en términos clínicos se conoce como lordosis) apoyará claramente el diagnóstico. Solo en los casos de mala evolución ante el tratamiento fisioterápico, o cuando se acompañe de una irradiación a miembros superiores, será oportuna una resonancia magnética”, explica.

Reposo y ejercicios

El tratamiento del síndrome del latigazo cervical depende de la gravedad de los síntomas y de la causa subyacente. En algunos casos, el reposo y el uso de medicamentos para aliviar el dolor pueden ser suficientes para aliviar los síntomas. Sin embargo, en otros casos puede ser necesario recibir terapia física. Solo en los casos muy graves puede ser necesaria una intervención quirúrgica para tratar la lesión subyacente.

La terapia física puede incluir ejercicios para fortalecer los músculos del cuello y reducir la inflamación, así como masajes y estiramientos para aliviar el dolor y mejorar la movilidad del cuello. En algunos casos, puede ser necesario usar un collar ortopédico o una férula de cuello para brindar un soporte adicional y ayudar a reducir el dolor.
El Dr. Marín Morales es muy claro en relación con esta dolencia: “El síndrome del latigazo cervical tras un accidente de tráfico puede resultar irrelevante o convertirse en un problema serio de salud. La primera y más importante recomendación: acudir de inmediato al especialista para una primera evaluación.”