Tan pronto como la crisis del coronavirus golpeó nuestra sociedad y los mercados financieros, Robeco ha recibido muchas preguntas sobre su incidencia en la inversión sostenible y los factores ASG.
Es evidente su relación con otras tendencias a largo plazo, como el envejecimiento de la población y la pérdida de biodiversidad. Sin embargo, estas tendencias a largo plazo son exactamente las mismas que antes de la crisis. En todo caso, la crisis subraya el hecho de que el desarrollo sostenible es el único camino. Además, ahora lo más importante es cómo respondemos a la crisis.
La situación actual, con menos viajes por avión y una menor producción, nos muestra cómo podría ser el mundo: aguas cristalinas y cielos azules. En relación con la S de ASG, desde Robeco creen que la solidaridad es importante, y que las empresas pueden mostrar su lado social. Así, las empresas están cambiando líneas de producción para fabricar desinfectante para manos o ventiladores para hospitales, y algunas incluso regalan los materiales necesarios para fabricarlos, al no suponer mucho para sus negocios pero ser de enorme utilidad para los hospitales que los reciben.
Sostenibles por accidente
También están viendo que las empresas se adaptan rápidamente y toman medidas a las que antes se resistían, como el teletrabajo de sus empleados, la flexibilidad horaria o las reuniones por videoconferencia sin tener que desplazarse. Casualmente, todo eso es positivo para la igualdad, la diversidad y el medio ambiente. Masja Zandbergen, Directora de Integración de Criterios ASG, opina:
"¿No hay mal que por bien no venga? Desde luego que no. En primer lugar, por las trágicas consecuencias humanas de este mortal brote vírico; pero, además, porque esta crisis y los confinamientos han llevado a una completa paralización económica y a importantes correcciones del mercado. Las consecuencias a largo plazo de este parón solo se conocerán en el futuro. No obstante, cuanto más se prolongue más acusados serán sus efectos". |
Como poco, Robeco considera que mermará la capacidad de las empresas de generar valor a largo plazo, no solo para sus accionistas, sino lo que es más importante, para todos sus grupos de interés, como sus empleados o las comunidades en las que están presentes.
En la Declaración de los Inversores en Respuesta al Coronavirus firmada por 195 inversores de todo el mundo, entre ellos Robeco, se pidió a las empresas que ofrezcan permisos retribuidos cuando haga falta, den prioridad a la salud y la seguridad, mantengan el empleo, sus relaciones con proveedores y clientes, y observen prudencia financiera.
Remuneración y gestión del capital
Por lo que se refiere a la prudencia financiera, las dos cuestiones más importantes desde un punto de vista ASG son la remuneración y la gestión del capital. Para el inversor sostenible, eso no supone ninguna novedad. Sin embargo, en la presente situación valoraremos individualmente la prudencia de cada empresa en lo relativo al pago de dividendos y la recompra de acciones.
"Esperamos que las respuestas de las compañías al coronavirus sean un espejo de su enfoque más amplio para la gestión del capital humano"
En lo que se refiere a los empleados, esperamos que la respuesta de las empresas ante el coronavirus esté en consonancia con su política global de gestión del capital humano. En la Declaración de los Inversores en Respuesta al Coronavirus se advierte que el consejo de administración es responsable de la estrategia a largo plazo de gestión del capital humano de sus empresas. Las empresas con buena gestión del capital humano invierten en sus empleados, por lo que se beneficiarán de haber conservado plantillas comprometidas y debidamente formadas cuando sus operaciones de negocio puedan reanudarse.
Según Robeco, si nos fijamos en los mercados financieros y el conjunto de la economía, gobiernos y bancos centrales hacen todo lo que pueden para que sus economías se mantengan a flote lo máximo posible. Sus medidas monetarias y fiscales no tienen precedentes en cuanto al tamaño, y tienen por objetivo mitigar el parón de la actividad. Así, los 2 billones de dólares de EE.UU. en ayudas por el coronavirus incluyen pagos a ciudadanos, prestaciones por desempleo mejoradas, más financiación para la atención sanitaria y préstamos y ayudas a las empresas para detener los despidos.
No obstante, la gestora considera que a largo plazo serán probablemente necesarias más ayudas para impulsar la recuperación económica. Eso supone una oportunidad para que los gobiernos combinen los estímulos económicos con el desarrollo medioambiental y social, algo especialmente necesario ahora, cuando el bajo precio del petróleo podría perjudicar a la inversión en energías renovables.
Estímulos para proyectos verdes
Algunas de las ideas propuestas están ayudando a crear puestos de trabajo verdes con la expansión de las energías limpias, el acondicionamiento de edificios y la construcción sostenible de viviendas. Otras se dirigen a crear economías alimentarias locales, o a colaborar en el mantenimiento y explotación del transporte público, los electrodomésticos y la fabricación de vehículos.
Las propuestas también incluyen promover la construcción y gestión de infraestructuras verdes, la producción local de ropa y textiles sostenibles, o expandir programas de práctica empresarial preexistentes para que más trabajadores con rentas bajas tengan acceso a puestos de trabajo dignos.
En Europa, los estímulos a las inversiones verdes pueden servir para cumplir con los objetivos de emisión de carbono a los que los países europeos se han comprometido. Para seguir avanzando, Robeco opina que los sectores público y privado deberían colaborar juntos para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Con la emisión de bonos verdes y sociales se tendría la oportunidad de financiar tales inversiones.
En la extraordinaria circunstancia actual, Robeco espera que todo el mundo conserve la salud y que, cuando superemos la crisis, la respuesta a la misma sirva para crear economías y sociedades auténticamente sostenibles.