José Luis Cava comienza el vídeo explicando la “visita simbólica" de Xi Jinping, presidente del gobierno de China, a la sede del Banco Central del país, así como a la sede de la autoridad reguladora de los mercados de divisa chinos y la sede del Fondo Soberano Chino. “Es la primera vez en los 10 años que lleva en el gobierno que ha visitado la sede del Banco Central de China. Cuando un líder de este tipo realiza una visita tan simbólica como esta a las tres instituciones financieras más importantes del país, nos quiere mandar un mensaje al resto de los mortales”.
¿Qué mensaje nos quiere mandar? Según el experto, quiere calmar a los inversores internacionales para que no se preocupen por la remodelación que acaba de hacer en el gobierno. Y en segundo lugar, “nos quiere mostrar un liderazgo unificado, un liderazgo centralizado del sector financiero chino”.
A la vez que nos lanza este mensaje, la autoridad fiscal china ha elevado el ratio déficit presupuestario/PIB. “En marzo lo estableció en el 3% y ahora lo ha incrementado hasta el 3,8%. En aquel momento no se iba a superar nunca. Ahora lo han incrementado al 3,8%. Y, además, lo han hecho de una manera muy excepcional, antes de que concluyera el ejercicio fiscal. También lo que han hecho ha sido incrementar el límite de endeudamiento público. Ellos no lo dicen, pero la intención es absorber los préstamos morosos que tienen las autoridades locales. Y, finalmente, el Banco Central de China ha inyectado masivamente liquidez en el sistema financiero chino”.
¿Qué persiguen con ello? Para el analista, la respuesta es clara. “Si realizan un estímulo fiscal y otro monetario es porque quieren reforzar el crecimiento de la economía china. Es indudable que la economía china va a crecer en el año 2023 gracias a los estímulos fiscales del orden del 5%, y van a conseguir así el objetivo del Partido Comunista Chino”.
Lo que le llama la atención a Cava es la divergencia que hay entre el optimismo que muestran los funcionarios chinos y el pesimismo que muestran los inversores. Para reforzar esta idea se fija en el gráfico que recoge la evolución del CSI 300, índice que agrupa a las 300 empresas de mayor capitalización de Shanghai y de Shenzhen.
“Marcó un máximo en el año 2021 y desde entonces no ha parado de caer. Se encuentra una clara tendencia bajista. Hemos trazado una recta horizontal uniendo los mínimos del año 2019 y 2022, y ven ustedes que se encuentran en ese nivel. Es cierto, ahora ha rebotado, pero porque ha llegado a esa zona de soporte”.
La pregunta que se hace es si ya ha hecho suelo china, después de estas caídas, ¿ha llegado ya el momento de comprar? “Nosotros creemos que no. Al menos falta la capitulación final”.
¿Por qué los inversores son tan pesimistas cuando los funcionarios son tan optimistas? ¿En qué piensan los inversores? “Los inversores lo que piensan es que las autoridades chinas han fracasado a la hora de apuntalar el mercado inmobiliario. El mercado inmobiliario chino es muy importante y representa una gran parte de la economía china. Esto ha provocado que se haya contraído el ritmo de concesión de créditos que hacen los bancos. Se ha contraído también la oferta monetaria. Y además, esta es la razón por la que el banco central chino está inyectando liquidez en el sistema, a ver si consigue que se incrementen los préstamos que conceden los bancos”.
Otra razón que también preocupa a los inversores, continúa el economista, son los beneficios de las empresas chinas, que creen que se están reduciendo. La siguiente pregunta que se hace es si con esta visita simbólica, con este estímulo fiscal, con este estímulo monetario, ¿va a conseguir un fuerte crecimiento económico China en el año 2024?.
“Un crecimiento económico sí que va a conseguir. El problema que nosotros pensamos es que a corto plazo va a ser más fuerte que a largo plazo, y que a largo plazo se va a diluir en el tiempo porque tienen que cumplir los trámites burocráticos. Además, cuando uno mira la cuantía del estímulo, creemos que es una cuantía relativamente pequeña. Y luego tenemos una limitación de concepto. Ha llegado el momento de que Xi realice reformas estructurales si quiere que la economía china crezca sanamente. Estas reformas estructurales significan, en definitiva, introducir mayores grados de libertad. Y esto Xi no lo va a hacer porque va en contra de su mentalidad. Quiere ejercer un fuerte control, un liderazgo centralizado, un liderazgo unificado. Por lo tanto, nosotros no confiamos en China y no confiamos en que sea capaz Xi de lograr un crecimiento económico sano para China”.
En cuanto al S&P 500, el analista en primer lugar tiene en cuenta la zona 4.200, que es un soporte y un imán. avisa de que la gamma es negativa, y de un importe muy elevado. “Este es el principal riesgo bajista que hace frente el S&P 500. La perforación del 4.200 deberíamos prestarle mucha atención, porque una gamma tan negativa, el riesgo de movimientos fuertes a la baja, son significativos”.
¿Qué nos dice el gráfico? “Hemos tomado como referencia el 4.220. Mientras ese nivel sea respetado vamos a mantener una predisposición alcista, pero con un objetivo muy humilde: la zona 4.280-4.325. Entre esas dos cifras está el 4.300, que es una resistencia en el mercado de opciones. Y la perforación del 4.220 nos haría pensar en el 4.200 y posteriormente en el 4.186”, concluye.