Por tanto, en el caso de que se produzca tal caída en el precio y alcance el nivel fijado, se ejecuta y la posición se cierra. De este modo, el inversor queda protegido si los descensos en el precio continúan.
Otra alternativa, según Neffa, es el stop market, en el que “se carga sólo el valor de activación para asegurarse de que se ejecutará inmediatamente a precio de mercado al mejor comprador que haya en ese momento”. No obstante, el problema de esta operativa es que uno se desprende del activo incluso cuando se opera por debajo del elegido y puede no garantizar la cotización a la que se realizará como en casos de brechas profundas en el intradía o una apertura muy por debajo del último cierre, sostiene el experto de Sala de Inversión.
Otra opción es el trailing stop, que se utiliza para maximizar los beneficios cuando el mercado se mueve tal y como uno espera y pone un freno que se ajusta a las necesidades para sacar el máximo provecho a cada orden. Sobra ésta, dice el experto de Sala de Inversión de Saxo Bank que es una herramienta “ideal” para beneficiarse de la tendencia y fue diseñada para “dejar correr las ganancias y reducir las pérdidas al mismo tiempo, pero ajustada a las necesidades personales de cada inversor”.
M.D.