Pero, ¿cuál es el patrimonio de la soberana después de 63 años en posesión de la corona y el cetro? Ante todo hay que decir que la Corona del Reino Unido no está obligada a informar de sus finanzas, ni de su patrimonio. La mayor parte de las cifras que se tienen proceden de estudios y estimaciones de medios e instituciones como Universidades.

Hace unos meses el Sunday Time
s calculaba que la Reina tenía un patrimonio de unos 480 millones de euros que procede básicamente de las herencias recibidas.

Para Bloomberg, la cifra sería algo inferior, de algo 380 millones de euros. La cifra le parece poco a la agencia americana, que dice que se trata tan solo de un 3% de la fortuna del millonario más rico del Reino Unido, el Duque de Westminster.

La agencia afirma que Isabell II heredó una propiedad de su madre en 2002 valorada en aquel entonces en casi 100 millones de euros. Además posee Balmoral y Sandringham.  
De su padre, Jorge IV heredó algunas colecciones, como una de sellos, también muy difícil de valorar. Por si fuera poco tiene un establo con 25 caballos. En toda su fortuna hay que añadir joyas, arte y coches.

De entre su patrimonio el Sunday Times decía hace unos meses que, además, la Reina tiene una cartera personal, un patrimonio de unos 150 millones de euros que se encuentra dividido fundamentalmente en acciones de empresas privadas.



Además de su fortuna personal, la Reina recibe cada año mucho dinero de las arcas británicas. Por un lado obtiene un porcentaje de lo que ha generado una sociedad en la que está todo el patrimonio real, el llamado Crown Estate, que se remonta a 1760. Este patrimonio se hereda, pero no se puede enajenar, ni vender, ni invertir. Nada. Según la BBC, el año pasado recibió más de 55 millones de euros. Un dinero que se usó para hacer frente al pago de los gastos de la corona.

Esta es su fortuna personal, pero disfruta también de todo lo que un día perteneció a la corona. De esta forma el Crown Estate y la colección Real, que incluye las Joyas de la Corona y obras de arte, no forma parte de los bienes que le pertenecen a la reina.

Dicha colección contiene más de un millón de objetos y se valora en más de 15.000 millones, pero no está incluida en la fortuna de la reina porque se tiene en custodia para sus sucesores y el país. Sería algo así como lo que ocurre en nuestro país, en el que todo ese tipo de objetos, así como edificios pertenecen a patrimonio.

En el caso del Reino Unido en esta colección se encuentran obras de antiguos maestros, fotografías históricas, muebles, libros el Palacio de Hampton Court y el Castillo de Windsor.

Por eso, como decía el Financial Times esta semana, el patrimonio de la corona británica es muy difícil de invertir, ya que no se puede vender, ni hacer nada con él que no sea mantenerlo.

El diario financiero afirma que más allá de los edificios que tiene la corona, los activos que más se han revalorizado durante los 63 años de la corona de Isabel II son las obras de arte. Dicen que “el arte ha sido uno de los activos que mejor se ha comportado en el último siglo, con una revalorización descontando la inversión de un 3% al año, por encima de los bonos”.



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