A la hora de recibir los dividendos de compañías, lo cierto es que es necesario saber que hay empresas que reparten un porcentaje de su beneficio vía dividendos y otras que no lo hacen. En el Ibex 35, casi todas las acciones reparten parte de su beneficio vía dividendos.
Es relevante para la cartera y el cálculo de la rentabilidad de la misma, saber cómo de rentables son los dividendos. El cálculo de la rentabilidad es sencillo, si bien muchos inversores que siguen la estrategia de dividendos no se fijan en la rentabilidad como tal (en la que se incluye el precio de la acción), sino que lo que realmente les interesa es que ese dividendo crezca (incluso hay inversores que siguen la estrategia de dividendos y en concreto la de dividendo creciente).
El cálculo de la rentabilidad consiste en dividir el dividendo por acción entre el precio del mercado y multiplicarlo por 100.
La estrategia de dividendos crecientes está orientada a invertir en empresas con mucho potencial, que en la actualidad la cuantía de su dividendo no es muy elevada pero que con el tiempo tendrán un crecimiento muy interesante.
¿Efectivo o acciones?¿Fecha de pago?
Una vez sabemos que una compañía reparte dividendos, también hay que saber si lo reparte en efectivo o en acciones, de forma que aumente tu participación en la compañía. Si el objetivo es recibir una cuantía cada mes, también es importante tener en cuenta este aspecto. Si el pago se hace en efectivo, el dinero llegará al bróker o banco desde que el que se compraron las acciones, no al banco personal.
Por otro lado, es tan importante la cuantía que reparte la compañía como las fechas de pago. En este sentido, las compañías suelen publicar tanto en su página de Relación con inversores y accionistas como en la CNMV las fechas a tener en cuenta con el pago de dividendo. Una de las fechas más relevantes es la última fecha para tener derecho al cobrar dividendo, last trading date, pues si pasada esa fecha no se tienen acciones de la compañía en concreto no tendrá derecho a cobrar el dividendo.
Una vez se ha cobrado el dividendo queda un último paso: pasar por hacienda. Normalmente la cuantía de los dividendos es en bruto, por lo que hay que tener en cuenta las retenciones que debe realizar hacienda en relación al rendimiento obtenido vía dividendos. Los dividendos tributan como capital mobiliario en la declaración de la renta junto a otros productos como los depósitos, dinero de cuenta corrientes…etc. Una vez se sume todo, se tributa por tramos:
- De 0 a 6.000€: 19%
- De 6.000€ a 50.000€: 21%
- De 50.000€ a 200.000€: 23%
- Más de 200.000€: 26%.
Esto es del total del capital mobiliario, no por cada dividendo, sino en conjunto con todo lo que corresponde. También se puede incluir en la declaración de la renta las pérdidas patrimoniales y compensarlas.