La formación del nuevo gobierno con el apoyo esencial para conseguirlo de los siete diputados de Junts Per Cataluña del huido de la justicia y expresidente de la Generalitat, Carlos Puigdemont abre la caja de los truenos para las empresas cotizadas. En especial por el impacto en distintos ámbitos que pueda producir en el coste al ejecutivo encabezado por Pedro Sánchez.

Se trata de, entre otras cosas del acuerdo con la futura ley de amnistía en ciernes. Para el analista macro global de Fortage Funds, Rafael Ojeda, lo importante es la pérdida de atractivo del Ibex por la seguridad jurídica que genere al indicar que “lamentablemente el ruido mediático que está teniendo es bastante preocupante. La inseguridad jurídica que creo que se puede generar y la distorsión de los mercados están sobre la mesa”

A si juicio “el PSOE está intentando hacernos ver que todo va a seguir igual, que no va a haber ningún problema y que todo se organiza dentro del marco constitucional, pero la realidad es que a mi modo de ver puede haberlos. La inversión extranjera en España puede estar en entredicho ante la inseguridad jurídica que puede suponer la ruptura entre España y Cataluña, con el tema de los impuestos que han cedido a Cataluña.”

Desde iBroker, el analista Antonio Castelo destaca que “la declaración unilateral de independencia fue como un tsunami para la bolsa española. Y inversores internacionales probablemente van a interpretar la formación de un gobierno débil, después de las cesiones que Pedro Sánchez ha hecho a los nacionalistas”. 

Destaca que “los inversores no miran el color del gobierno, y es verdad, pero sí su estabilidad. Un gobierno como el actual tiene muy difícil transmitir esa estabilidad. Y no solo por las exigencias de los independentistas, también por no contar con la mayoría en el Senado y la falta de control de las CCAA”.  

Se trata de la letra pequeña de la futura normativa, más allá del perdón a los implicados, con Carles Puiddemont a la cabeza para que pueda volver a España, que pasa por la exigencia de Junts de la cesión del total de los tributos que se pagan en Cataluña, y que pone además en pie de guerra al resto de las Comunidades Autónomas. 

A esto se une la condonación de una parte de la elevada deuda de aquella comunidad, unos 15.000 millones de euros iniciales, en torno al 20% de la cifra total que abre la caja de los truenos para las demás regiones. 

Pero también, la transferencia de la Seguridad Social al País Vasco, sobre la que también se ha abierto la puerta en sus acuerdos con el PNV, con el que han pactado un avance en esta materia, como antigua reivindicación de los nacionalistas vascos. 

También el efecto de los anuncios realizados por el presidente del gobierno, Pedro Sánchez, en funciones hasta ser investido por el Congreso. Entre ellos, la intención de aumentar la presión fiscal sobre las grandes empresas, con la idea de “alcanzar una tributación del 15% efectivo sobre el resultado contable de las grandes empresas en el impuesto de sociedades”. Impactos que se sumarán al mantenimiento del nuevo impuesto sobre bancos y energéticas. 

Pero hay otro factor a tener en cuenta, ante la salida de las empresas, que abandonaron la sede social en Cataluña, tras el 1-O y que no han vuelto. Entre las cotizadas, hablamos de Applus, Grupo Catalana OccidenteeDreams ODIGEO, Inmobiliaria Colonial, Cellnex, Naturgy (Gas Natural), Oryzon Genomics, que la instalaron en Madrid, Caixabank en Valencia y Banco Sabadell en Alicante, entre las cotizadas. En total, tanto fuera como dentro del mercado, más de 1.500 compañías. 

Y la cuestión es si podría aumentar el número de salidas, ante el caldo de cultivo de la nueva situación creada, en 2024. Para Rafael Ojeda, desde Fortage Funds “esa yo creo que es la gran pregunta. A mi modo de ver creo que el Gobierno va a hacer lo imposible para que no suceda el éxodo que en su momento sucedió". 

Estima desde Fortage Funds que, “de hecho, la Generalitat ya ha pedido al Gobierno no solamente que no se produzca un éxodo, sino que las compañías que en su momento salieron de Cataluña vuelvan a Cataluña. No obstante, creo que va a ser complicado que muchas compañías vuelvan a Cataluña ante la tremenda inseguridad jurídica que persiste y creo que efectivamente puede ser que se produzca un éxodo de compañías catalanas, sobre todo a Madrid, Andalucía y a Valencia, porque en estos momentos considero que el contexto no es el mejor”.  

Además, Antonio Castelo señala que el gobierno “se va a tener que enfrentar a una UE más dura desde el punto de vista fiscal, y esto sí que puede tener un impacto en las primas de riesgo y en la bolsa”. Todo ello aderezado además por un esperado menor nivel de crecimiento: una ralentización frente al cierre esperado por las previsiones de la Comisión Europea para este año, del 2,4% para el PIB español al 1,7% estimado, desde el 1,9% previsto con anterioridad. 

Y esa caída, se debe al menor peso estimado para el sector exterior frente a la demanda interna en la economía española, para un sector que como indican desde iBroker “ha venido siendo para el Ibex 35 muy positivo hasta ahora, porque solo el 36% de sus ventas se produce en España y se producen en su mayoría a nivel global, y la ralentización general prevista en Europa y EEUU va a ser un factor adicional”.