Asimetría facial severa asociada a desviación mandibular hacia la izquierda. Corrección con cirugía ortognática bimaxilar: el 1º con mandíbula pequeña y el 2º con mandíbula grande.

En la búsqueda constante de soluciones efectivas para mejorar la calidad de vida de las personas, la cirugía ortognática ha demostrado ser una opción segura y eficaz para corregir maloclusiones dentales y asimetrías faciales. Este procedimiento quirúrgico, que combina la ortodoncia y la cirugía maxilofacial, ofrece resultados duraderos y muy significativos en términos de funcionalidad y estética facial.

“La cirugía ortognática es un procedimiento quirúrgico que se utiliza principalmente para tratar anomalías dentofaciales, como el prognatismo (mandíbula prominente), la retrognatia (mandíbula retraída) y las asimetrías faciales, entre otras afecciones”, describe el doctor César Colmenero, jefe de servicio de Cirugía Oral y Maxilofacial del Hospital Ruber Internacional.

Estos problemas pueden afectar la capacidad de masticar, hablar y respirar correctamente, además de tener un impacto negativo en la autoestima y en la calidad de vida.

Según el cirujano maxilofacial, la asimetría facial afecta a muchas personas en todo el mundo y puede ser una fuente de inseguridad y preocupación para aquellos que la padecen. “La asimetría juega un papel importante en la determinación de la belleza o atractividad”, indica.

El impacto visual de la simetría, de proporciones equilibradas, es una percepción de gran importancia de la armonía y belleza, “y su manejo es todo un reto. Debe existir una clara definición en la asimetría por el médico y el paciente, intentando realizar un análisis cuantitativo de la simetría”, destaca el doctor Colmenero.

Recientes   avances   en   tecnología   y   técnicas   de   cirugía   facilitan   la   definición, localización y permite cuantificarla.

Tal y como explica el doctor César Colmenero, antes de la cirugía, se lleva a cabo una evaluación exhaustiva para determinar la causa y la extensión de la asimetría facial y/o maloclusiones dentales. Esto puede incluir radiografías, modelos de estudio y fotografías, así como una evaluación detallada de la mordida y la función de la mandíbula. “El equipo quirúrgico maxilofacial trabajará en estrecha colaboración con un ortodoncista para asegurarse de que los dientes estén alineados adecuadamente antes y después de la cirugía”, asevera el doctor.

Según el especialista, con el uso de análisis a través de programas de visión computerizada, los algoritmos procesan automáticamente las imágenes 3D y construyen modelos de alta definición de la forma de la cara determinando la línea media, siendo útiles para diagnosticar y planificar virtualmente la cirugía.

“Para ello usaremos un análisis clínico facial, un escaneado de la superficie con láser y fotografía 3D y un TAC dental de alta definición. Con un software específico integramos toda la información y realizamos un diagnóstico de la asimetría para configurar un tratamiento virtual, generar férulas ortognáticas, guías de corte y placas de osteosíntesis a medida”, explica César Colmenero.

Rectificar irregularidades esqueléticas y dentales  
Durante la cirugía ortognática, se realizan incisiones dentro de la boca para acceder a los huesos de la mandíbula y la cara. Como indica el doctor Colmenero, estos huesos se cortan cuidadosamente y se reposicionan en su lugar correcto para crear un equilibrio facial más simétrico. Los huesos se fijan en su nueva posición con placas y tornillos, y la incisión se cierra cuidadosamente para minimizar las cicatrices.

“Después de la cirugía, se puede experimentar hinchazón y molestias, pero esto es normal y se controla con medicamentos y cuidados posoperatorios adecuados. Es posible que se deba seguir una dieta líquida o blanda durante un tiempo y evitar ciertas actividades físicas mientras se recupera”, advierte el cirujano maxilofacial de Ruber Internacional.

Estudio 3D

Este experto destaca que la cirugía ortognática es un procedimiento seguro y efectivo, pero como con cualquier operación puede producir sangrado, infección, dolor crónico, entumecimiento facial y problemas de la articulación temporomandibular. “Sin embargo, con una planificación y preparación adecuadas, y con un equipo quirúrgico experimentado y cuidadoso, estos riesgos se minimizan”.

El doctor César Colmenero concluye afirmando que en un futuro inmediato la tecnología permitirá realizar análisis de datos complejos que ayudarán a cuantificar asimetrías 3D automáticamente realizando un análisis en tiempo real de todos los datos. “Y el uso de la inteligencia artificial “machine learning” nos permitirá analizar y entender toda esta información”.