Después de las subidas vistas en los últimos tiempos, y de que, un día tras otro, haya marcado máximos históricos, hay algunos que piensan que este año vamos a ver al S&P en los 2.000 puntos. Pero, tal y como indica en un interesante artículo publicado hoy en MarketWatch Jim Paulsen, de Wells Capital Management, es cuando los inversores empiezan a confiar y a sentirse satisfechos cuando debemos empezar a considerar una corrección.

“A lo largo de este año, nuestra mejor conjetura ha sido la de esperar que el S&P llegara a los 2.000 puntos en algún momento del mismo, pero también esperamos que el mercado de renta variable experimente una corrección en algún momento y probablemente podría comenzar a finales de año”, dijo en una nota. “Dado que el S&P se está acercando a esos 2.000 puntos, es el momento de considerar si, simplemente, seguirá subiendo o si en el segundo semestre será cuando el mercado de valores se verá obligado a enfrentarse a un entorno más difícil”, añade este experto.

Por supuesto, añade, no hay riesgo de una corrección inmediata, aunque todo eso podría cambiar rápidamente. En este sentido, Paulsen establece cinco factores a vigilar que podrían indicar presiones correctivas en el mercado:

1. Ganancias más agresivas en el mercado de valores: de momento el crecimiento en el S&P ha sido “controlado y metódico”, dijo Paulsen. Estas ganancias deberían acelerarse a un ritmo más insostenible para que aumentara el riesgo de una corrección.

2. Disminución de los avisos a una posible corrección: las ganancias han ido en aumento y los “osos” (bajistas) del mercado han continuado emitiendo sus puntos de vista acerca de una posible corrección, aunque éstos han disminuido ligeramente. “Para que el riesgo de corrección sea verdaderamente elevado, la mayoría tiene que creer que una corrección no es probable”, escribe Paulsen.

3. El aumento en la rentabilidad de los bonos: el hecho de que la rentabilidad de los bonos del Tesoro se haya mantenido tan baja en 2014 ha incrementado el atractivo del mercado de renta variable, ayudando a impulsarlo aún más. Para que el riesgo de una corrección en la renta variable aumente significativamente, la rentabilidad del bono a 10 años tendría que superar primero, al menos, el 3%.

4. Las preocupaciones por las presiones inflacionistas: los inversores no están actualmente demasiado preocupados por las perspectivas inflacionarias, pero esto podría cambiar en los próximos meses, señala Paulsen. “Ambos, acciones y bonos, son vulnerables si el consenso finalmente decide que el aumento de la inflación está empezando a convertirse en una cosa mala. (…) Por ahora, la posibilidad de que los temores de sobrecalentamiento provoquen una corrección del mercado de valores sólo parpadean en amarillo”, dijo Paulsen.

5. Las discusiones sobre la Fed: los esfuerzos de la Fed han ayudado a mantener la rentabilidad de los bonos baja y han aumentado el atractivo de la renta variable. Ahora, la Fed ralentiza su programa de compra de bonos y espera finalizar su programa de estímulos este año. A esto le seguiría una eventual subida de tipos, aunque probablemente pasará un tiempo entre ambas acciones. Esta trayectoria constante de la Fed “apenas plantea preocupaciones acerca de una corrección”, dice Paulsen. “Sin embargo, sospechamos que la Fed podría verse obligada a anunciar que acelerará su estrechamiento y el ritmo de ajuste”, añade este experto.

N.A.