Una razón para la incertidumbre es simplemente que el mercado ha subido durante meses sin tomarse un descaso. De media, el S&P500 cae un 5% cada diez semanas y un 10% cada 33 semanas. Ya son más de 77 semanas las que han sucedido desde la última corrección. La última gran corrección ocurrió desde el 28 de julio de 2015 al 11 de febrero de 2016 cuando el S&P500 cayó un 14% desde sus máximos. “La calma que tenemos actualmente es el tipo de calma que viene antes de la tormenta”, dicen varios analistas.
A pesar de que las inquietudes de los mercados, no creen que se esté produciendo una caída importante. El crecimiento de los beneficios empresariales, un factor clave en los precio de las acciones, parece saludable. Y las acciones no suelen caer en un mercado bajista (una caída del 20% o más) sin signos de una recesión, que no parece inminente.
Sin embargo, algunas acciones deben mantenerse frente a otras en caso de que el mercado caiga. Desde Kiplinger hablan de cinco acciones para mantenerse en pie si el mercado tropieza dado su atractivo potencial de crecimiento. Ninguno cotiza caro y rinden, de media, un 2% más que el mercado con los dividendos que seguirán rolando, incluso si el mercado permanece muerto durante un tiempo.
Crown Castle Internacional
La compañía, que capitaliza 42.400 millones de dólares, posee 40.000 torres de telefonía móvil a través de las aerolíneas estadounidenses y otros negocios que alquilan espacios en dichas torres para conectar sus redes, generando flujos de efectivo estables para la compañía. Los ingresos aumentan a medida que aumenta el tráfico inalámbrico. Y la compañía espera que la demanda de datos se multiplique por cuatro hasta 2021. Recientemente, la compañía anunció la adquisición de Lightower, compañía que posee 32.000 millas de cable de fibra óptica. Una operación que se cerró por 7,100 millones de dólares en efectivo y emisión de deuda.
Una vez que se cierre el acuerdo, el pago que ofrece a sus accionistas aumentará del 6-7% previo a la fusión, hasta el 7-8%.
Johnson & Johnson
Tylenol y el champú para bebés son quizás los productos más conocidos de la compañía. Sin embargo, bienes de consumo representan sólo el 20% de las ventas de la compañía, que superaron los 72.500 millones en los últimos 12 meses. Los medicamentos con receta suponen casi la mitad de las ventas totales de la compañía y J&J tiene una gran división de dispositivos médicos que incluyen tanto instrumentos quirúrgicos a ortopédicos que se encargan de un 36% de los ingresos.
Una línea heterogénea que le coloca como líder en el área de atención de la salud. Una caída de la economía podría dañar sus ventas pero no drásticamente. Durante la gran recesión, los ingresos aumentaron un 4% en 2008 respecto al año anterior y disminuyeron un 2,9% en 2009.
La compañía está invirtiendo para desarrollar nuevos productos que sigan incrementando sus ventas globales. Con una clasificación crediticia de AAA, tiene un gran poder de endeudamiento ante posibles adquisiciones. Los expertos prevé un retorno de sus acciones del 7,5%, hasta los 7,72 dólares, y los inversores pueden contar con la “racha” de 45 años en los que J&J ha incrementado sus dividendos.
Lockheed Martin
Si el mundo se vuelve más peligroso, será positivo para Lockheed Martin, uno de los mayores productores de aviones de combate, helicópteros de ataque y otros equipos militares. Los contratos en defensa de EEUU tienen un record de 100 mil millones de dólares y, según la compañía, está viendo una fuerte demanda de sus productos en todo el mundo, incluyendo un acuerdo con Arabia Saudí por valor de 28.000 millones de dólares. (Ver. Acciones que van como un tiro cuando suenan tambores de guerra)
El sentimiento positivo en Washington para incrementar el gasto miliar podría apoyar las subidas del valor a largo plazo, según Bank of America Merril Lynch. Y no daña su estructura el hecho de que Trump anunciara una mayor afluencia miliar en Afganistán. Si bien es cierto que la compañía podría tener retrocesos, especialmente si la demanda falla por los costosos aviones de combate F-30 de alta tecnología. El potencial de ganancias puede ser limitado a corto plazo, teniendo en cuenta el comportamiento de la acción que ha ganado un 24,1% en el último año, incluidos dividendos.
Sin embargo, en un contexto “sano” de gasto en defensa tanto en EEUU como en el extranjero, la acción tiene espacio para seguir funcionando. El banco recientemente aumentó su objetivo de precio a 12 meses hasta los 335 dólares desde los 305 dólares previos.
Southern Company
Con nueve millones de clientes en todo el sudeste americano, la compañía opera unos de los mayores negocios de gas y electricidad del país. La compañía paraguas de varias empresas de servicios públicos y otros negocios de la energía, deriva alrededor del 80% de sus ganancias de cuatro empresas de servicios públicos regulados. Eso le da a Southern una base de ingresos estable. Tras la compra de AGL Resources se ha convertido en la distribuidora de gas más grande de Estados Unidos y ayudará a Southern a diversificar aún más sus ingresos.
En momentos de turbulencias en los mercados, a menudo los inversores buscan la seguridad en compañías que suministran servicios públicos y Southern no es una excepción. La acción lo hará bien cuando los inversores se vayan de las partes de más riesgo de los mercados. El dividendo de la compañía está subiendo constantemente en la última década y tiene más espacio para subir a medida que los beneficios se incrementen.
3M
El conglomerado industrial 3M fabrica dese productos para la salud hasta equipos industriales, electrónicos y más de 2.400 bienes de consumo bajo marcas como Post-it, Scotch y Thinsulate. Aproximadamente la mitad de las ventas de la firma provienen de productos consumibles que generan ingresos estables y recurrentes. Eso hace que el negocio de 3M sea defensivo y capaz de soportar cierto “dolor” en la economía. En 2009, por ejemplo, las ventas cayeron un 8,5% - hasta los 23.100 millones de dólares, en comparación con 2008.
Eso sí, el inversor tiene que ser consciente de que 3M no dará retornos enormes. Las ventas han sido planas durante años, en torno a los 30.000 millones anualmente. Y, aunque la compañía está invirtiendo para acelerar el crecimiento, los analistas no esperan que los ingresos aumenten mucho más en los próximos años.
Sin embargo, la acción puede ser todavía una ganadora. Apunta a un crecimiento de los beneficios de entre el 8-11% anual, impulsado por el ahorro de los costes, recompra de acciones, adquisiciones y ventas de nuevos productos. La presencia global de 3M también ayuda. Más de la mitad de los ingresos y beneficios provienen de los mercados extranjeros y, a medida que el crecimiento mundial se acelera, la empresa debería beneficiarse sobre todo, de los mercados emergentes.
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