La República Popular China es el segundo gigante económico global y ha sido responsable de un cuarto del crecimiento del PIB mundial en este milenio. Así que, cuando China estornuda, el mundo entero se resfría. Las recientes noticias económicas negativas para el país asiático han repercutido en su recuperación post-pandémica y en el crecimiento económico a nivel mundial.
A continuación, desglosamos seis indicadores cruciales que sugieren un retroceso en la economía china:
PIB: China ha mantenido un crecimiento promedio del 9% desde 1978. Sin embargo, este ritmo ha descendido hasta un 0,8% en el segundo trimestre de 2023. Comparado con el 2,2% del primer trimestre, es una baja significativa. En términos anuales, el PIB chino creció un 6,3%, por debajo de la proyección del 7,3%.
Exportaciones: Hubo una caída del 14,5% en julio, siendo el tercer mes seguido en descenso. Las importaciones, por otro lado, disminuyeron un 12,4%. A nivel regional, las exportaciones a la ASEAN, UE y EE.UU. También vieron un declive. Un detalle interesante: las exportaciones a Rusia aumentaron un 51,8%.
Índice de Precios al Consumidor: Por primera vez desde 2021, se entró en un terreno deflacionario con los precios cayendo un 3% anual. Simultáneamente, los precios industriales (PPI) descendieron un 4,4%.
Desempleo Juvenil: A pesar de una tasa general de desempleo del 5,3% en agosto de 2023, la tasa de desempleo para jóvenes urbanos (16-24 años) alcanzó un récord del 21,3% en julio.
Yuan vs. USD: Con el flujo constante de malas noticias económicas, no es sorprendente que el yuan alcance su punto más bajo contra el dólar estadounidense en 16 años en agosto de 2023. Para estabilizar la moneda, importantes bancos estatales chinos comenzaron a comprar yuanes .
Nuevos Préstamos: Según datos recientes, la emisión de nuevos préstamos bancarios cayó a ¥346 mil millones en julio, la cifra más baja desde finales de 2009.
¿Qué nos depara el futuro?
Una reciente publicación en Foreign Affairs sugiere el posible fin del "milagro económico chino", proponiendo que los problemas de China podrían convertirse en oportunidades para EE.UU. Aunque aún es prematuro afirmarlo, China enfrenta desafíos estructurales importantes, incluyendo crisis en el sector inmobiliario, deudas crecientes y una población decreciente. Sin embargo, parece que no se vislumbra una intervención gubernamental a gran escala, más allá de incitar a los consumidores a gastar más.
La confianza del consumidor ha disminuido. Y aunque quisiéramos saber más, el gobierno chino ha cesado la publicación de estos datos.