“En marzo de este año, en Cepsa hemos puesto en marcha la estrategia Positive Motion, un ambicioso plan para ser referentes en la transición energética y líderes en movilidad sostenible para 2030”, asegura Fernando González Romero, director de Tesorería y Financiación Bancaria de Cepsa. Una iniciativa que consiste en un compromiso con la sociedad y nuestros clientes, para poder avanzar hacia transición energética justa e inclusiva para construir una economía descarbonizada y que presenta dos indicadores fundamentales.
Por un lado -precisa- la reducción progresiva de las emisiones de alcance 1 y 2 para conseguir una disminución del 55 % en 2030 respecto a 2019. Este objetivo implica una serie de palancas de descarbonización, entre las que destacan “proyectos de eficiencia energética, transición a energías más bajas en carbono, electrificación y producción de hidrógeno verde en nuestras instalaciones”. En esta línea, Cepsa y el Puerto de Róterdam han anunciado que establecerán el primer corredor de hidrógeno verde entre el sur y el norte de Europa, asegurando una cadena de suministro de hidrógeno verde entre dos de los principales puertos del continente: Róterdam y Algeciras.
Y, por otro, una disminución de entre el 15% y el 20 % en el índice de intensidad de carbono en las ventas de los productos energéticos de Cepsa, que incluye los alcances 1, 2 y 3. Lo que implica que la compañía se convierta en un suministrador de energías bajas en carbono, destacando el papel de moléculas verdes como combustibles renovables para sectores como el de la aviación y el marítimo.
El directivo de Cepsa destaca que “en Cepsa invertiremos entre 7.000 y 8.000 millones de euros hasta 2030, destinando el 60 % de la inversión a negocios sostenibles a partir de 2023, lo que supondrá en una mayor contribución de los negocios sostenibles al EBITDA”. Y que, “en este proceso, los criterios de ESG están muy presentes, los cuales hemos plasmado por primera vez en la financiación más relevante de Cepsa, como es el caso de nuestro crédito sindicado de 2.000 millones de euros”. Esta financiación -aduce- ha sido extendida recientemente hasta septiembre de 2027 con 18 entidades financieras, acordando que sus condiciones económicas se vinculen al cumplimiento de indicadores medioambientales y sociales. Los primeros están centrados en la reducción de emisiones de CO2, y los segundos, en la igualdad de género, con objeto de poder continuar promoviendo la presencia de mujeres en posiciones de liderazgo.
En adelante, “planeamos extender estos compromisos ESG al resto de financiaciones de Cepsa, las cuales serán críticas a la hora de materializar nuestra transición energética en los próximos años”. De nuevo, estas transacciones “irán ligadas a los compromisos de descarbonización y a otros indicadores sociales”, dentro de los cuales primarán la diversidad, igualdad e inclusión de todas las personas. “Estamos convencidos de que esto nos aporta una ventaja competitiva que nos diferencia en el mercado y nos convierte en una compañía innovadora”, afirma Romero.