El consejero delegado de Caterpillar, Jim Umpley, comentó que los resultados reflejan las presiones de la compañía en bastantes mercados donde opera, como consecuencia de las débiles condiciones económicas a nivel global
Carterpillar es una de las compañías que más se ha revalorizado desde que Donald Trump ganó las elecciones, desde el pasado 8 de noviembre sus acciones suben un 16%. Las esperanzas de un rebote en el sector tras las intenciones de Donald Trump de gastar 1 billón de dólares durante los próximos 10 años en construcción de infraestructuras, han respaldado el repunte en las acciones de la compañía.
Durante el último año las acciones de
El pasado 9 de noviembre abrió con un hueco alcista cercano al 6% y acabó cerrando la sesión con un avance del 7,70% en 90,45. Justo un mes después, alcanzó máximos de dos años tras situarse en la resistencia semanal ubicada en 97,25 dólares.
Al llegar a este nivel de resistencia la tendencia se mantuvo en rango lateral consolidando los fuertes avances del último mes. Este martes, consiguió salir de lateral por la parte alta después de marcar un cierre diario ligeramente por encima de 98 dólares, así que la tendencia alcista de fondo podría continuar desarrollándose al alza.
Por la parte alta del precio actual no hay referencias de resistencia hasta 102,20 dólares, justo donde marcó los máximos anuales de 2014. El segundo nivel de resistencia está ubicado en 104,40, por encima de este nivel, ya no hay referencias de resistencia hasta los máximos históricos alcanzados en febrero de 2012 en 107,25 euros por acción.
Este jueves, tras conocerse los débiles resultados del cuarto trimestre los títulos de la compañía cayeron un 0,93% a 97,22 dólares.
Desde principios de enero 2016 a cierre de ayer, las acciones de Carterpillar se han revalorizado cerca del 80%, de 55.85 a 97 dólares. Si logra alcanzar los máximos históricos de 2012, el potencial de subidas sería superior al 10%.