Las divisas virtuales están más de moda que nunca. A cuenta de la “legitimación” de Bitcoin, la más famosa de ellas, las monedas desarrolladas a través de los distintos elementos del blockchain aparecen en este momento como bastante desconocidas por el común de los que inundan con otras inversiones los mercados financieros.
Y lo que es más importante están poniendo en este momento, a pesar de que algunas de las casi 7000 que inundan el mercado ya tienen bastante experiencia entre los inversores, para la inmensa mayoría de los que integran el mundo de los mercados financieros el mundo de las criptomonedas en la línea de salida de la popularización total e integración convencional de su compra-venta.
Es un proceso largo y complicado, ya que recordemos que ninguna de estas divisas tiene respaldo de entidad alguna, lo que siguen indicando los bancos centrales, lo que les hace vulnerables a la posibilidad de que se produzcan fraudes o estafas. Pero desde que el pasado año la situación del mercado hiciera del Bitcoin un gran refugio contra la inflación a los grandes inversores, en especial a los fondos y que los bancos de inversión empezaran a tomarlos en serio, la integración en el global financiero es un hecho.
Y a este mundo, comandado por el Bitcoin y al que se ha integrado por derecho propio Ethereum , se suma un tercer invitado por derecho propio: Cardano o ADA en el universo financiero. Y cómo llega a ser ella tercera: por capitalización que ha llegado a superar, en sus máximos, los 40.000 millones de dólares. Pero hagamos historia.
ADA su símbolo en bolsa le debe el nombre a la hija del poeta Lord Byron. Matemática de pro y primera programadora conocida y a Girolamo Cardano, que es el nombre de un matemático, médico y filósofo italiano polifuncional como corresponde a un hombre del Renacimiento. Nace en 2015 pero no empieza a cotizar hasta 2017. Y ¿saben cuánto ha subido en sus apenas tres años y medio de vida?. Agárrense: un 6627% que deja al ras del suelo cualquier revalorización espectacular de la que hayamos hablado, por ejemplo la de Tesla.
Y decimos que es la más literaria porque cada hoja de ruta de Cardano tiene diferentes eras con nombres de grandes clásicos como Byron, Voltaire, Shelley, Goguen o Basho.
Y volviendo a su presente digamos que Cardano acaba e entrar en una era nueva. Desde el pasado 1 de marzo se ha activado “Mary”, la última actualización de Cardano, en honor de Mary Shelley la autora de Frankenstein.
Cardano por tanto nació tras el estudio minucioso de su equipo de creadores durante bastante tiempo del resto de criptomonedas. Capitaneados por Charles Hoskins, un programador que participó en el nacimiento de Ethereum, aunque su desarrollo depende de tres patas fundamentales una empresa hongkonesa que se llama Imput Output ( IOHK) que creó su fundador que es quien desarrolla toda la tecnología y realiza cambios en su protocolo. Cuenta también con la Fundación Cardano que tiene su sede en Suiza y con Emurgo, una empresa japonesa que invierte en proyectos de blockchain.
En su gráfica de cotización vemos como el valor ha subido en lo que va año nada menos que un 556% aunque su avance solo se cuenta en modo cohete para su andadura desde su nacimiento como hemos visto del 6.627%, en apenas tres años y medio.
Fuente: TradingView
ADA se define así misma como una moneda digital, un intercambio de valor seguro, sin que un tercero tenga que mediar en su intercambio. Tener un ADA, dicen, es también tener una participación en la red Cardano, permite ganar recompensas y se puede utilizar para una variedad de aplicaciones y servicios en la plataforma Cardano. Es como una especie de tercera generación, un Blockchain 3.0, al que el preceden sus dos mayores, Bitcoin y Ethereum.