Es curioso cómo de un día para otro el Forex ha vuelto a despertar el interés de los medios de comunicación. Y todo por un euro que aburría ya de lo ‘alto’ que estaba a pesar de todo. Perdón, TODO. Lo que Mario Draghi no consiguió en dos años, lo han hecho unas simples declaraciones en tres semanas. Y es que Jackson Hole –y el anuncio de posibles medidas cuantitativas en la eurozona- ha conseguido lo imposible. La moneda única cotiza en su nivel más bajo de los últimos 14 meses.
¿Hay algo más detrás?
En el último año ha perdido un 5,91% y hasta un 7% desde el máximo fijado en 1,39 el pasado mes de mayo. Desde la reunión del pasado 4 de septiembre del BCE ha retrocedido hasta un 1,51%, desde los 1,31 desde los que partía.
De ahí que los expertos de UBS hayan cerrado su recomendación de estar cortos sobre el cruce euro/dólar y, en su opinión, “la oleada de ventas” vendrá seguida de nuevas compras. Toda una regla básica del mercado.
Desde el punto de vista técnico, los analistas coinciden en el nivel hacia el que debería dirigirse este cruce: los 1,27 dólares. En esta línea se posiciona Terry Gallo, analista de Trading Coach, que habla de un “movimiento vertical” cuyo final –a la baja- sería esa cota. Ahora bien, reconoce que el par EUR/USD “ha caído tanto que está sobrevendido”.
Roberto Moro, analista de Apta Negocios, señala concretamente a los 1,2750 que el ‘soportazo’ hacia el que se dirige.
¿A quién beneficia? En principio, es más de lo evidente. Las grandes beneficiadas son las empresas exportadoras, cuyos productos cuestan hoy menos que hace un par de semanas con lo que resulta más barato y más atractivo para el comprador. Por el contrario, las compañías importadoras están viendo reducido su poder adquisitivo.
La decadencia de la libra
Es el asunto de la semana. En su caso, lo que hay detrás es una cuestión claramente geopolítica y es que el mercado se está poniendo nervioso.
Hace meses, momento en el que se anunció el famoso referendo de Escocia nadie pareció inmutarse por la lejanía del asunto en el tiempo. Pues bien, ya nos encontramos a una semana. Escocia preguntará a sus ciudadanos si quieren ser un estado independiente de esta manera tan sencilla: ‘Should Scotland become an independent country?’ ¿Y qué ha cambiado? Pues resulta que la respuesta mayoritaria parece ser un ´sí’ favorable a la independencia y no existe un ‘plan B’, según ha reconocido el mismo Gobierno británico.
Con “la libra en mínimos de los últimos 13 meses, ayer Gordon Brown estuvo vendiendo las bondades de un no al referéndum, pero hay mucha incertidumbre y la libra debería mantenerse débil hasta que sepamos el resultado”, asegura Gabriel López, responsable de ETX Capital. Actualmente cotiza en el nivel de 1,2493 en su cruce con el euro, prácticamente sin novedad entre ambas divisas debido a la debilidad que acumulan. Sí se ha notado, sin embargo, respecto al dólar. Se coloca ya habiendo perdido el 1,61 con una caída del 2,2%.
Dentro de la cartera de trading de la Zona Premium, se mantiene abierta una estrategia de cortos sobre el par euro/libra esterlina con un precio de entrada cuando perforó los 0,8034.
Aunque siempre está claro que debe haber voces discordantes...cómo no... Una de ellas es la de Stewart MacDonald, independendista y portavoz de Yes Scotland, que asegura que la bajada de la libra se debe a "la incertidumbre creada por el Tesoro británico". Son declaraciones, por cierto, al diario vasco Deia.
Ayer mismo se conocía una de las repercusiones más directas de este referendo. Las acciones de las grandes compañías británicas con origen en Escocia habrían perdido unos 5.000 millones de euros en bolsa. Entre ellos se encuentran Royal Bank of Scotland o la gestora de fondos Aberdeen AM.
No obstante, ahora que empieza a cumplirse la lógica en los mercados, el Banco de Inglaterra anunciaba ayer mismo una subida de tipos de cara al primer trimestre de 2015 sostenida en los favorables datos macroeconómicos del país. Actualmente se encuentra en su mínimo histórico del 0,5% puesto que el BoE no ha podido secundar el ritmo de rebaja implantado por Mario Draghi. La fortaleza de la economía británica debería devolver a la libra esterlina a ser lo que era, una moneda con ventaja respecto del resto de los europeos.