El 29 marzo de 2021 comenzaban a cotizar las más de 2.079 millones de acciones que emitió Caixabank para atender el canje de la fusión con Bankia, que suponía la entrega de 0,6845 acciones de Caixabank por cada una de Bankia. La entidad comenzaba una nueva andadura en Bolsa con un valor de mercado que superaba en ese momento los 21.000 millones de euros.

Casi tres años después, esta capitalización bursátil ha aumentado más de un 40%, hasta superar los 29.600 millones de euros, según datos de Reuters. 

La comparativa es todavía más favorable si se realiza respecto a septiembre de 2020, cuando se anunció la fusión entre Bankia y Caixabank: en ese momento, la suma de los dos bancos alcanzaba un valor de mercado de unos 14.000 millones de euros (10.850 millones Caixabank y 3.150 millones Bankia). Es decir, que la capitalización bursátil se ha más que duplicado en tres años y medio.

En cuanto a la evolución de la cotización, las acciones de Caixabank se encontraban en 1,81 euros justo antes del anuncio de la fusión y en 2,59 euros cuando se hizo efectiva este matrimonio. Teniendo en cuenta los niveles actuales por encima de los 3,9 euros, esto representa una subida del 117% y el 52%, respectivamente.

Además, los analistas fundamentales creen que la acción tiene todavía un margen de mejora considerable de aquí a los próximos 12 meses. Según datos recopilados por Reuters, las casas de análisis que cubren a Caixabank le dan un precio objetivo medio de 5,18 euros, con un potencial alcista de casi un 32,5%, y una recomendación de ‘comprar’.

El FROB como accionista

La absorción de Bankia supuso también la entrada del Estado, a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), en el capital de Caixabank. La participación es de un 16,117%, situándose como segundo mayor accionista por detrás de La Fundación La Caixa, que sigue controlando un 30,012% de las acciones, de acuerdo con los registros de la CNMV. El otro gran accionista del banco es Blackrock, con una participación de un 4,994%.

No obstante, cabe destacar que el FROB “no interviene en la gestión ordinaria” del banco, según recordó en su comparecencia ante el Congreso el nuevo presidente del fondo, Álvaro López Barceló. El organismo público tiene además un “mandato claro de desinversión” antes de que expire el plazo legal, actualmente establecido en diciembre de 2025 después de haberse prorrogado en varias ocasiones.

Desde hace poco el FROB tiene como asesor a STJ Advisors para explorar la venta de esta participación, que se intenta compatibilizar con “la maximización de la recuperación de las ayudas públicas que se concedieron”. 


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Dividendos

Otro medio por el que el Estado puede ir recuperando parte de las ayudas públicas que en su momento recibió Bankia es el reparto de dividendos de Caixabank.  La entidad pagará en abril un dividendo en efectivo de 0,3919 euros brutos por acción con cargo a los beneficios de 2023, lo que supondrá repartir 2.890 millones de euros. Este dividendo representa un payout del 60%.

También está aprobado ya el plan de dividendos para el ejercicio 2024, que consiste en una distribución en efectivo de entre el 50% y el 60% del beneficio neto consolidado, que se abonaría mediante dos pagos en efectivo: un dividendo a cuenta a abonar durante el mes de noviembre por importe de entre el 30% y el 40% del beneficio neto consolidado correspondiente al primer semestre de 2024, y un dividendo complementario a abonar en abril de 2025, sujeto a la aprobación final por parte de la Junta General de Accionistas.

CaixaBank tiene también la intención, previa obtención de la autorización regulatoria, de implementar una nueva recompra de acciones durante el primer semestre del ejercicio 2024, con el objetivo de acercar la ratio CET1 de diciembre 2023 al 12%.

Caixabank publicó a principios de mes sus resultados de 2023, que arrojan un beneficio neto atribuido de 4.816 millones de euros en 2023, frente a los 3.129 millones en 2022, lo que supone un incremento del 53,9%. El grupo, que presta servicio a 20,1 millones de clientes a través de una red de aproximadamente 4.200 oficinas en España y Portugal, supera los 600.000 millones de euros en activos.