La venta, mediante la que la entidad presidida por Jordi Gual ha colocado 585 millones de títulos entre inversores institucionales a través de una colocación acelerada conducida por JPMorgan y Morgan Stanley, se ha resuelto en la tarde del jueves. "Y con una sobredemanda que ha permitido cerrarla rápidamente", destacan fuentes conocedoras de la operación.
La venta se cierra a 2,26 euros por acción, frente a los 2,346 euros a los que cotizaba cuando fue suspendida

Finaliza así una jornada frenética para CaixaBank. En una sesión en la que el Ibex registraba subidas del 2%, los títulos de la entidad catalana caían más de un 3%. ¿El motivo? Especulaciones acerca de que pudiera lanzar una ampliación de capital de unos 1.400 millones de euros para financiar la compra del luso BPI.
En medio de esos rumores, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) suspendía su cotización cuando apenas quedaban tres minutos para el cierre de la jornada, una suspensión cautelar que levanta este viernes a las 8:30 horas. Siete minutos después, a las 17:39 horas, CaixaBank, mediante un hecho relevante, comunicaba su decisión. Sí, perseguía unos 1.400 millones para reforzar su capital con vistas a afrontar la adquisición de BPI, pero no iba a hacerlo con una ampliación, sino con la venta del 9,9% de su capital que tenía en autocartera.
Menos de seis horas después ha confirmado la culminación de la operación. Finalmente, ha cerrado la venta a 2,26 euros por título, con un descuento del 3,67% sobre los 2,346 euros a los que cotizaba cuando fue suspendida. En total, por tanto, logra 1.322,1 millones de euros.
Los títulos se han colocado entre inversores cualificados. La propia entidad ha detallado que han entrado "dos inversores institucionales con vocación de permanencia" con una inversión aproximada de 380 millones de euros. Es decir, se han hecho con una participación próxima al 3% del capital de la entidad.
OFERTA MEJORADA
La maniobra de CaixaBank se ha producido un día después de las importantes novedades que se produjeron el miércoles en torno a su interés por BPI. Primero, la junta de la entidad lusa acordó eliminar la limitación de los derechos de voto, uno de los requisitos de CaixaBank para seguir adelante con su oferta de compra sobre el banco portugués.

Resuelta esta cuestión, el banco español fue un paso más allá. Mejoró su oferta de compra de 1,113 euros a 1,134 euros por cada acción de BPI. Actualmente, CaixaBank ya es el principal accionista de BPI, con un 45,2% de su capital. Al nuevo precio, lograr el 54,8% le costaría 900 millones de euros, una cifra cubierta más que de sobra con los 1.322 millones obtenidos con la venta del 9,9% de su capital.
De hecho, la entidad ha planteado esta venta para seguir cumpliendo uno de los objetivos de su plan estratégico, consistente en mantener un capital de nivel 1 ordinario (CET1) totalmente cubierto (fully loaded), que es el que exigirá Basilea III desde 2019 y que ya actúa como referencia para el mercado, situado entre el 11% y el 12%. A finales de junio, el capital CET1 fully loaded de la entidad se situaba en el 11,5%. La adquisición de BPI lo reduciría por debajo del 11%, pero el dinero de la colocación de esos 585 millones de títulos lo elevará por encima incluso del 12% pese al precio al que los ha vendido finalmente -2,26 euros frente a los 2,42 euros a los que cerró el miércoles- y aunque se haga con el 100% del banco portugués.
Fuentes del mercado subrayan la sobredemanda con la que ha contado la operación
PAGO DE DIVIDENDO
Además, la entidad ha comunicado, mediante otro Hecho Relevante a la CNMV, la distribución de un dividendo a cuenta de los beneficios netos del ejercicio 2016. La cuantía bruta por acción del dividendo es de 0,03 euros y se pagará el próximo 30 de septiembre. La fecha en la que se determinan si los titulares inscritos tienen derecho a percibir el dividendo es el día anterior (29 de septiembre). Por otro lado, la fecha a partir de la cual las acciones se negociarán sin derecho a percibir el dividendo es el 27 de septiembre de 2016.
Este dividendo se enmarca dentro de la política de retribución al accionista para el ejercicio 2016 de distribuir un importe en efectivo, igual o superior a un 50% del beneficio neto consolidado, mediante tres pagos en efectivo y uno en modalidad “Dividendo/Acción” con periodicidad trimestral.