Caixabank ha presentado antes de la apertura del mercado sus cuentas correspondientes a 2021, un ejercicio en el que obtuvo un beneficio ajustado sin extraordinarios asociados a la fusión con Bankia de 2.359 millones de euros, frente a los 1.381 millones registrados en el ejercicio anterior, que estuvo marcado por las elevadas provisiones constituidas para anticiparse a los impactos futuros que se pudieran derivar de la pandemia.
Por su parte, el resultado atribuido se sitúa en 5.226 millones de euros, tras incorporar los impactos extraordinarios asociados a la fusión (por la aportación contable de 4.300 millones del fondo negativo de comercio, y el coste neto de 1.433 millones, principalmente, del proceso de reestructuración de empleo y otros resultados asociados a la integración).
En este contexto, la rentabilidad (ROTE a 12 meses sin extraordinarios de la fusión) asciende al 7,6% a finales del ejercicio 2021, y la ratio de eficiencia se sitúa en el 57,7%.
El presidente de CaixaBank, José Ignacio Goirigolzarri, ha asegurado que “ha sido un ejercicio en el que, no solamente hemos completado con éxito el mayor proceso de integración del sector, sino que, además, hemos reforzado al mismo tiempo nuestra posición comercial. En el proceso de integración, hemos cumplido nuestros objetivos, tanto en término de equipos, como de nuestras plataformas tecnológicas, y también de nuestros modelos de distribución”.
Goirigolzarri ha subrayado que el beneficio y la sólida posición de capital “nos permitirá abonar a nuestros accionistas en los próximos meses más de 1.100 millones en dividendos, el 50% del beneficio conseguido. Y nuestra idea, cara al futuro, es situar nuestro pay-out entre un 50% y un 60%. Además, nuestros accionistas se beneficiarán también de la intención de CaixaBank, sujeta a las aprobaciones regulatorias pertinentes, de implementar un programa de recompra de acciones en el mercado durante el año 2022, con el fin de acercar la ratio de capital CET1 a nuestro nivel objetivo”.
Cuenta de resultados proforma
El beneficio recurrente proforma del Grupo se sitúa en el ejercicio en 2.424 millones de euros, frente a los 1.611 millones de 2020, cuando se dotaron elevadas provisiones asociadas a la Covid-19. Este resultado se elabora agregando (únicamente a efectos comparativos) las cifras de Bankia previo a la fusión en 2020 y en el primer trimestre de 2021, y excluyendo los efectos extraordinarios asociados a la integración.
Los ingresos core, 11.339 millones de euros en el conjunto de 2021, disminuyen un 1% en tasa interanual. En esta evolución incide la caída del margen de intereses y los resultados asociados a participadas de bancaseguros, que se ven parcialmente compensados por el crecimiento de las comisiones y de los ingresos y gastos por contratos de seguros.
Sin embargo, en el cuarto trimestre los ingresos core se incrementan un 2,8%, hasta los 2.889 millones de euros, respecto al trimestre anterior, lo que refleja la intensa actividad comercial de la entidad y la positiva evolución del negocio en el periodo en el que se ha realizado la integración tecnológica de Bankia, culminada con éxito a mediados de noviembre.
El margen de intereses en el año asciende a 6.422 millones de euros (-5,8% respecto a 2020), en un entono de tipos de interés negativos. Los ingresos por comisiones suben hasta los 3.987 millones, con un crecimiento interanual del 6,7%, y con buen comportamiento en el cuarto trimestre (+14,1% frente al tercer trimestre, gracias a la mayor actividad).
En concreto, las comisiones bancarias permanecen estables y las procedentes de la comercialización de seguros se incrementan respecto a 2020, esencialmente por mayor actividad y consecución de objetivos comerciales. Respecto a las comisiones asociadas a la gestión de productos de ahorro a largo plazo (fondos de inversión, planes de pensiones y unit linked), se sitúan en 1.391 millones de euros en el conjunto de 2021 (+17,9%), por un mayor patrimonio gestionado tras la positiva evolución de los mercados y por las suscripciones en el ejercicio.
Los ingresos por dividendos (192 millones de euros) en 2021 aumentan, fundamentalmente, por un mayor dividendo de BFA (98 millones, que incluye el ingreso de un dividendo extraordinario por importe de 54,5 millones). Asimismo, se incluye el dividendo de Telefónica en ambos ejercicios (90 millones en 2021 frente a 100 millones en 2020).
Además, los resultados atribuidos de entidades valoradas por el método de la participación (436 millones de euros) se recuperan en el contexto de la mejora económica (+19,1% respecto al ejercicio anterior).
Los gastos de administración y amortización recurrentes se incrementaron un 1% en el conjunto del año, si bien muestran una disminución del 1,9% en el cuarto trimestre respecto al anterior trimestre, por la reducción de gastos de personal (-3,2%) tras la primera salida de empleados en el marco del acuerdo laboral.
Volumen de negocio y ratio de morosidad
El volumen de negocio del Grupo CaixaBank se sitúa en 972.922 millones de euros. Los recursos de clientes ascienden a 619.971 millones a 31 de diciembre de 2021, lo que representa un crecimiento del 49,2% en el año. Sin contar la aportación de Bankia, los recursos de clientes registraron un crecimiento orgánico del 10,5% en el conjunto del año.
Los activos bajo gestión se sitúan en 158.020 millones de euros, con un crecimiento anual (+48,2% y +16,5% en variación orgánica) que viene marcado tanto por la evolución positiva de las suscripciones netas como por el comportamiento favorable de los mercados. El ahorro a largo plazo cierra el año con una cuota de mercado del 29,4%. Tanto el patrimonio gestionado en fondos de inversión, carteras y sicav, que se sitúa en 110.089 millones, como los planes de pensiones, que alcanzan los 47.930 millones, tienen una evolución positiva en el año y también en el último trimestre.
Por su parte, el crédito bruto a la clientela alcanza los 352.951 millones de euros, con un crecimiento del 44,7% en el conjunto del año (-4,9% sin considerar la integración de Bankia). El crédito al sector privado se mantiene estable en el cuarto trimestre respecto al trimestre anterior. Por segmentos, en el cuarto trimestre destaca la evolución del crédito al consumo, que crece un 1%, y de la financiación a empresas, que se incrementa un 1,9%, reflejo de la recuperación progresiva de la actividad económica y de la demanda de crédito.
Durante el ejercicio 2021, CaixaBank también ha conseguido mantener contenidos los niveles de dudosidad y morosidad, al margen del repunte registrado por la incorporación de Bankia. Los saldos dudosos a cierre de 2021 ascienden a 13.634 millones de euros frente a 8.601 millones a cierre de 2020, si bien de forma orgánica habrían caído en 394 millones en el ejercicio. En el cuarto trimestre, la reducción es de 322 millones de euros, marcada por la venta de carteras, entre otras causas.
De esta manera, la ratio de morosidad de CaixaBank en diciembre de 2021 se sitúa en el 3,6%, con lo que se ha mantenido estable tras la integración de Bankia. Además, la ratio de cobertura termina el ejercicio en el 63% y el coste del riesgo (últimos 12 meses) se sitúa en el 0,23%.
Política de dividendo
La sólida posición post fusión ha permitido a CaixaBank retomar su política tradicional de dividendo. El Consejo de Administración de la entidad ha acordado proponer a la próxima Junta General de Accionistas la distribución de un dividendo en efectivo de 0,1463 euros brutos por acción, con cargo a los beneficios del ejercicio 2021, a abonar durante el segundo trimestre del 2022.
Con el pago de este dividendo, el importe de la remuneración al accionista correspondiente al ejercicio 2021 será de 1.179 millones de euros, equivalente al 50% sobre el resultado consolidado ajustado por los impactos extraordinarios de la fusión con Bankia.
Además, el Consejo ha aprobado la Política de Dividendos para el ejercicio 2022, consistente en una distribución en efectivo del 50-60% del beneficio neto consolidado, pagadero en un único pago durante 2023, y sujeto a la aprobación final de la Junta General de Accionistas.
Adicionalmente, el Consejo ha manifestado la intención de CaixaBank, sujeta a la aprobación regulatoria apropiada, de implementar un programa de recompra de acciones (share buy-back) en el mercado durante el año fiscal 2022, con el fin de acercar la ratio de capital CET1 al objetivo interno.