El pasado 1 de junio las acciones chinas de clase A fueron incluidas en los índices globales de MSCI y regionales. ¿Qué supone esta inclusión?
Es un cambio simbólico pues se trata de un importe muy reducido de la capitalización del mercado chino de Clase A. Aunque esto sí sirve como reconocimiento a los esfuerzos que ha hecho el gobierno durante años en cuanto a mejoras del sistema financiero. También añadiría que esto abre la puerta a futuras inclusiones porque hablamos de cerca de 300 valores que se han incluido frente a un universo de 3.500 compañías con lo que sí vemos una tendencia positiva en próximos años.
¿Cuál es la diferencia entre las acciones de Clase A y el resto de acciones?
Las Clase A son las acciones que cotizan en la bolsa de Península, sobre todo en Shanghai pero también en Shenzhen que son los dos principales centros financieros de China. Luego están las clases H, que son las que cotizan en Hong Kong; los ADR, que son un tipo de certificado en los que las compañías no cotizan en las bolsas locales sino que cotizan en otro mercado en este formato, como es el caso de Alibaba. En el caso de Tencent, cotiza tanto en Wall Street como en Hong Kong, tiene esa estructura algo particular que es la doble negociación.
En total fueron 234 compañías denominadas en yuanes las que se incluyeron en los índices. Se hizo en dos procesos: uno en junio y otro en septiembre. En lo que se refiere a los fondos que afectan a la región, ¿afecta de alguna manera?
Puede afectar de alguna manera pero será poco significativa. Nosotros tenemos un fondo dedicado solo a acciones chinas y otro que puede invertir en cualquiera de las clases comentadas. Lo que hemos hecho con ese fondo ha sido incrementar la capacidad que tiene para invertir en clase A de China. Eso puede tener algún impacto pero es muy limitado.
Estamos muy pendientes de la Guerra comercial entre China y Estados Unidos y de la cumbre que mantiene el líder americano con el coreano. ¿Cree que puede ir mucho más allá en el tiempo?
Tenemos una semana interesante. Estamos viendo que las negociaciones entre Trump y Kim Jong Un tienen buena pinta pero nunca se sabe con Trump. En cuanto a nuestras previsiones del PIB chino este año, antes de que se anunciaran los aranceles estimábamos un crecimiento del 6,9% y ahora hemos rebajado ligeramente nuestras expectativas hasta el 6,8%. No es un cambio muy drástico incluso cuando tenemos en cuenta los aranceles anunciados. De hecho, incluso puede haber cosas positivas para la economía china como un mayor negocio entre Latam y Chinas o que, mientras hay aranceles que se están imponiendo hay otros que se están quitando, como es el caso del sector automovilístico. Esto puede incrementar la competencia del sector.
Ustedes tienen dos fondos que invierten en la región. ¿Qué oportunidades están viendo en el mercado chino?¿Qué miran de una compañía para meterla en cartera?
Estamos viendo bastantes oportunidades sobre todo por la trayectoria de la economía que está pasando de ser una economía manufacturera a una más enfocada en servicios y eso nos gusta mucho. De hecho, muchas de las compañías que mejor lo están haciendo son las enfocadas a esos servicios. Sí vemos cada vez más oportunidades en China. También hay que ser cautos por lo que miramos que la compañía tenga calidad. Sí que hay oportunidades, cada vez más, pero hay que ser cautos.
¿Nos puede dar algún ejemplo de compañías que hayan incluido recientemente en cartera?
Sí. Un ejemplo es Kueichow que fabrica vino de arroz que se consume mucho en China. Han sacado hace pocos años una marca Premium de ese vino y se está vendiendo muy bien y es de las compañías que más nos gusta, de calidad, ROE fuerte, endeudamiento reducido y rentable. Esto es importante porque muchas de las compañías que están en el índice no son rentables y es una consideración importante.