La Comisión Europea calcula que la economía repuntará un 2,7% en 2022, tanto la zona euro y en el conjunto de la Unión Europea, lo que supone un descenso de 1,3 puntos porcentuales respecto a la última estimación de crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) del pasado febrero en las que son las primeras previsiones económicas que publica desde la invasión militar rusa en Ucrania.
En lo que respecta a los niveles de inflación el ejecutivo comunitario ha estimado que alcanzará un 6,1% en la zona euro y un 6,8% en el conjunto de la UE, una cifra que casi supone duplicar el 3,5% previsto en febrero para la eurozona y el 3,9% proyectado para el mercado comunitario.
Ya a principios del mes de abril, el comisario de Economía, Paolo Gentiloni, avanzó que a causa del impacto de la guerra de Ucrania en los países europeos, no se esperaba que se alcanzaran los niveles de crecimiento económico pronosticados el pasado febrero, si bien descartó la recesión económica.
De cara al 2023, Bruselas ha corregido sus estimaciones de crecimiento 0,4 puntos porcentuales a la baja respecto a las previsiones de febrero y fija un alza del PIB del 2,3% en la eurozona y para conjunto de la UE, frente a las estimaciones del pasado febrero que situaban en un crecimiento del 2,7% para la eurozona y del 2,8% para el conjunto de la zona euro.
El Ejecutivo comunitario ha disparado su previsión de crecimiento del índice de precios al consumo para cierre de este año hasta el 6,1% en la Eurozona en 2022,un 2,6% más de lo previsto en febrero, y ha elevado la previsión de inflación de la UE hasta el 6,8% para el presente ejercicio, 2,9% puntos porcentuales por encima respecto a sus previsiones de principios de año.
Para 2023, Bruselas espera que la inflación se contraiga hasta el 2,7% en la Zona Euro y el 3,2% para el conjunto de la UE, frente a los niveles por debajo del 2% que a principios de año proyectaba el Ejecutivo comunitario.
La inflación se mantendrá en niveles más elevados en el centro de Europa, según ha explicado el comisario de Economía, Paolo Gentiloni, en rueda de prensa, que ha explicado que la guerra tiene un impacto en la situación económica europea que "está lejos de una situación normalizada".
En un paso más, Gentiloni ha explicado que la situación económica y la guerra tendrán un impacto en el poder adquisitivo de los ciudadanos europeos, que se verá mermado ya que los salarios no ascenderán a mismo nivel que la inflación, lo que podría propiciar que el consumo se vea resentido.