La Unión Europea ha expresado su firme oposición a la amenaza del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de imponer aranceles "recíprocos" a la Unión Europea por el IVA. Bruselas considera que esta medida sería perjudicial tanto para los europeos como para los estadounidenses, calificándola como un "paso en la dirección equivocada".

En un comunicado, la Comisión Europea ha asegurado que responderá "con firmeza y de inmediato" ante cualquier intento de imponer aranceles que considera una barrera comercial "injustificada". En un comunicado emitido recientemente, la UE ha reafirmado su compromiso con un sistema comercial global abierto y predecible que beneficie a todas las partes involucradas.

Bruselas ha destacado que los aranceles son esencialmente "un impuesto" y ha advertido que cualquier barrera injustificada al comercio libre y justo será enfrentada con determinación. La Unión Europea defiende sus sistemas impositivos y ha señalado que mantiene los aranceles más bajos a nivel mundial, cuestionando la necesidad de que Estados Unidos aumente los gravámenes sobre las importaciones europeas.

La Comisión Europea ha subrayado que los aranceles generan incertidumbre económica, afectan la eficiencia y la integración de los mercados globales. Además, ha resaltado que al imponer gravámenes, Estados Unidos está gravando a sus propios ciudadanos, lo que podría elevar los costos para las empresas, sofocar el crecimiento y alimentar la inflación.

Declaraciones de Ursula von der Leyen

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha reiterado la postura de la UE durante un acto de campaña en Alemania. Von der Leyen ha enfatizado que Estados Unidos es un socio preferente con el que la Unión Europea desea cooperar, pero ha advertido que las "guerras comerciales no son rentables para nadie".

Von der Leyen ha asegurado que la imposición de aranceles injustificados a la UE "no quedará sin respuesta". La Unión Europea tomará contramedidas proporcionadas y claras en caso de que se materialicen los aranceles propuestos por Estados Unidos. Esta postura se ha mantenido desde que Trump firmó la orden de tasar con un 25% las importaciones de acero y aluminio a partir del 12 de marzo, incluyendo las producciones europeas.