La Comisión Europea ha reducido sus previsiones de crecimiento económico para el conjunto de la zona euro y también para España, que tiene en pocos días una cita electoral.
Para España, la Comisión rebajó en cuatro décimas su previsión de crecimiento hasta el 1,9% para este año, por debajo del nivel superior al 2% que sigue estimando el Ejecutivo español en funciones. Para el próximo año, la Comisión también ha reducido su previsión de crecimiento de España en cuatro décimas hasta el 1,5% del PIB (frente al 1,8% que espera el Gobierno español), y en 2021 estima que crecerá un 1,4%, una décima menos que su anterior previsión.
Específicamente sobre España, la Comisión dice que "hay riesgos a la baja para las previsiones en un contexto de elevada incertidumbre y se refieren a riesgos tanto externos como internos, como las tensiones del comercio global o la cautela en el comportamiento de los hogares sobre el ahorro".
Sin embargo, el crecimiento proyectado para España sigue estando por encima de la media que se espera para el conjunto de la zona euro.
En sus previsiones macroconómicas de otoño, la Comisión Europea también ha rebajado sus estimaciones de crecimiento para la zona euro en una décima al 1,1% este año, y en dos décimas al 1,2% para 2020 y 2021. Entre los factores que cita la Comisión que "probablemente mermen el crecimiento y la inflación de la zona euro por un largo periodo" está la persistente incertidumbre comercial, incluida la futura relación entre la UE y Reino Unido, o el daño ya causado a la integración comercial, en un contexto en el que la guerra comercial ente Estados Unidos y China ha lastrado el crecimiento económico de las principales economías del mundo.
“El crecimiento económico ha continuado, la creación de empleo ha sido robusta y la demanda interna fuerte. Sin embargo, podríamos estar enfrentándonos a aguas turbulentas en el futuro: un período de gran incertidumbre relacionada con los conflictos comerciales, el aumento de las tensiones geopolíticas, la debilidad persistente en el sector manufacturero y el Brexit”, dice el vicepresidente de la Comisión Europea para la zona euro, Valdis Dombrovskis, en declaraciones recogidas por Reuters.
Dombrovskis instó a que todos los países de la UE con altos niveles de deuda pública apliquen políticas fiscales prudentes y bajen sus niveles de deuda, mientras pidió que los Estados con margen fiscal, como Alemania u Holanda, actúen ya.
Las declaraciones para que los países actúen se producen en un momento en el que parece que las herramientas de los bancos centrales no son suficientes para levantar la inflación y el crecimiento en la zona euro. El Banco Central Europeo (BCE) ha retomado sus compras de activos en noviembre y mantiene los tipos de interés en niveles históricamente bajos.
La Comisión considera que la inflación de la zona euro, que el BCE quiere mantener por debajo pero cerca del 2% a medio plazo, será del 1,2% este año y el próximo, para aumentar hasta el 1,3% en 2021, unos niveles muy por debajo del objetivo del BCE.