Ahora bien, la oferta crece más y más, por lo que elegir un bróker que se adapte a nuestras necesidades se convierte en algo fundamental a la hora de invertir.
Una de las variables que debemos medir son las comisiones que cobre el broker en cuestión. Todos ellos cobran por la ejecución de operaciones de compra/venta. Otra comisión es la de administración y custodia de valores. Algunos broker además cobran comisiones de cobro de cupones. De una u otra forma, se debe sopesar si el coste que tendrá en nuestra inversión el pago de dichas comisiones será finalmente rentable (Ver: Comisiones que tiene un broker
Otra de las variables a medir es el riesgo que rodeará nuestra inversión. Así, si pretendemos operar con un broker que ofrezca renta fija debemos atender a diferentes fuentes de riesgos. Por un lado está el riesgo de crédito, es decir, el riesgo de que el emisor de nuestro instrumento financiero no nos devuelva nuestra inversión ni la rentabilidad pactada en la misma. Por otra parte está el riesgo de liquidez. La liquidez es la facilidad con la que podemos recuperar la inversión vendiendo nuestro título de renta fija en un mercado secundario. Además, el riesgo de mercado es el riesgo de que varíe el precio de los instrumentos en los que hemos invertido. En concreto, el riesgo de liquidez es el que tiene relación directa con la alternativa que hayamos escogido.
La mayor o menor oferta de productos, es otro de los factores que debemos observar. La mayor parte de brokers permiten invertir tanto en deuda pública como en deuda corporativa, de manera rápida e inmediata.
Los mejores brokers para operar con renta fija son
Por tanto, antes de invertir conviene analizar y valorar las ventajas, contrapartidas y encarecimientos que puedan producirnos por escoger uno u otro broker.