Los expertos de esta firma prevén que el año que viene el índice Americano termine en 2.300 puntos, lo que implicaría una subida de un 5% que iría acompañada de un increment de los beneficios empresariales de un 9%. En concreto, establecen un objetivo de beneficio por acción para el S&P 500 de 129 dólares por acción.
El mejor de los escenarios
En sus previsiones para el ejercicio, los expertos de BofA Merrill Lynch explican que “en el caso de que se produjese el tradicional momento de euforia de fin de ciclo, el S&P 500 podría incluso alcanzar los 2.700 puntos, lo que implicaría una subida de un 20% con respect a los niveles actuales”.
En el peor de los escenarios, en un contexto de recesión la caídas podrían rozar el 30% y llevar el índice hasta la zona de 1.600 puntos.
No hay que olvidar que en tras siete años de bull market y la Victoria de Donald Trump, el índice S&P 500 cotiza en niveles máximos de PER, precio/ valor en libros y otras métricas. Por cierto, que en estos momentos, los datos de Facset explican que el ratio de deuda neta/ EBITDA del índice se encuentra en los mismos niveles que en 2009.
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