El mundo de las criptomonedas está boyante y repleto de inversores que buscan su lugar. Bitcoin ha ganado mucho terreno en este último tiempo pero no es la única, también tenéis a Ethereum. Pero aunque hablamos de algo que, a priori, parece lo mismo porque ambas funcionan con una cadena de bloques no lo son. Ya que cada una de ellas tiene una serie de características que la diferencia.
La semana pasada os hablábamos acerca de qué es y dónde comprar bitcoin, hoy vamos a comparar esta moneda con la segunda más conocida, ethereum.
Bitcoin es aceptada por la gran mayoría y se considera una moneda digital internacional, mientras que Ethereum solo se acepta para las transacciones de aplicaciones digitales o Dapps que se ejecutan en su propia red. A continuación os ampliamos más detalles de cada criptomoneda.
Bitcoin, la primera al salir al mercado
Bitcoin fue la primera criptomoneda en salir al mercado con la tecnología blockchain o cadena de bloques. Aunque los medios, bancos centrales y expertos la consideren ilegal y con falta de transparencia no es así. Su tecnología dificulta el robo o manipulación ya que toda la red descentralizada debe estar de acuerdo en cada transacción.
Se puede negociar en el mercado abierto y cualquier individuo puede prestar potencia de cálculo a la red (minería) y recibir el pago por su cosecha o “harvesting”.
Los bitcoins son limitados, es decir una emisión deflacionaria. La cosecha máxima tiene un tope de 21 millones. Pero para que no se agoten se incorporan al protocolo de eventos de reducción a la mitad o “having” para pagar menos a los mineros tras alcanzar un hito establecido. Este tipo de eventos generan gran volatilidad, por lo que los negociantes deben estar atentos a los mismos.
La minería de bitcoin utiliza el modelo “Prueba de Trabajo” o “Proof of work (PoW)” en inglés utilizando el algoritmo HashCash y la función hash SHA-256 para realizar el trabajo informático. Solo es posible realizarlo con mineros ASIC debido al enorme poder computacional de la red.
Genera un nuevo bloque aproximadamente cada 10 minutos, sufre de ajustes de dificultad cada 2016 bloques (14 días aprox.) y tiene un halving cada 210.000 bloques (unos 4 años aproximadamente). Actualmente, la generación de monedas por cada nuevo bloque minado en Bitcoin es de 6,25 BTC.
Las comisiones por cada transacción dependen de la complejidad de la misma, ya que su tamaño repercute en el espacio ocupado por cada transacción. La alta demanda hará que la oferta de espacios sea insuficiente. Por lo que se tendrá a cuenta a quienes paguen más satoshis (la menor unidad decimal) por byte de comisión. Es decir que en esos momentos las comisiones para confirmar una transacción serán altas.
La transacción que manejan estos fondos solo se puede gastar cumplidas 100 confirmaciones (aproximadamente 16 horas).
La escalabilidad está limitada actualmente a unas 7-8 transacciones por segundo.
Los blockchain ocupan unos 300 GB. Para evitar los problemas de escalabilidad utiliza soluciones de segunda capa como Lightning Network y soluciones on-chain como Taproot y Schnorr.
Bitcoin fue creado con una funcionalidad de smart contracts limitada explotando su potencial gracias al Bitcoin Script. Este lenguaje tiene una serie de OP_CODES que son procesados por los nodos y nos permiten programar lógicas en la propia ejecución de la transacción.
Este lenguaje es más limitado que Ethereum, especialmente porque este no es Turing Completo. Además, no cuenta de forma nativa con un lenguaje intermedio que simplifique el desarrollo, lo que hace más complejo programar sistemas avanzados.
Ethereum: proceso similar al del bitcoin
Ether es el nombre que reciben las criptomonedas creadas en este entorno que también se gestiona mediante la tecnología de bloques.
El proceso de la minería es similar al de bitcoin pero se paga por este proceso a los mineros y no tiene una cantidad límite de ethers que se puedan producir, por lo que es una emisión inflacionaria. Pero tiene un control de inflación que evita que este supere el 2% anual.
Utiliza la misma prueba que bitcoin pero usa el algoritmo Dagger-Hashimoto (Ethash) y la función hash Keccak. Al principio también utilizaba ASI, pero desde 2018 utiliza Antminer E3.
Genera un nuevo bloque aproximadamente cada 10-20 segundos, sufre de ajustes de dificultad de forma continua y no tiene halving, su valor de emisión disminuye de acuerdo a un consenso alcanzado en la comunidad. Actualmente, la generación de monedas por cada nuevo bloque minado en Ethereum es de 2 Ether.
En Ethereum el esquema es parecido pero hablamos de Gas o potencia de computo a consumir dentro del motor llamado Ethereum Virtual Machine (EVM). Una transacción no puede superar los 21000 Gas. La menor unidad posible se denomina Gwei. La formula entre estos puntos nos da el siguiente cálculo:
- Costo Tx (ETH) = ((Gas TX * Costo Gas)*0,00000001) * Costo Ether
En Ethereum los saldos están disponibles al tener cumplidas 30 confirmaciones (aproximadamente 7 minutos).
La escalabilidad llega hasta 16-20 transacciones por segundo.
Los blockchain ocupan unos 5000 GB o 5TB y en aumento. Para solventar los problemas brinda una escalabilidad on-chain nativa.
Los smart contracts de Ethereum son creados a través de la EVM, que posee una capacidad Turing Completo a diferencia de bitcoin. Para ello contaría con un lenguaje similar al JavaScript para que cualquier programador pudiera desarrollar scripts que lanzar en su blockchain. Como resultado, Ethereum es la plataforma para desplegar aplicaciones descentralizadas (usadas a través de DApps).
Pero antes de operar con bitcoin es necesario que primero os forméis, nosotros contamos con un curso de inversión en bitcoin dictado por Javier Molina, analista independiente, para operar con seguridad y eficacia en el mercado de bitcoin.
Javier Molina: “Son activos distintos que responden a necesidades y funciones diferentes”
Preguntamos a Javier Molina sobre las diferencias entre ambas criptomonedas: deflación en bitcoin y inflación en ethereum. Además acerca del método having en la primera y porque la segunda aún no ha alcanzado popularidad.
Bitcoin es deflacionario y Ethereum inflacionario. En base a un aspecto meramente financiero, ¿cuál es más fiable u ofrece mejores oportunidades de inversión?
El protocolo monetario es distinto en cada uno de esos criptoactivos pues, efectivamente, en el caso de Bitcoin aquel es deflacionario. Sin embargo y a pesar de que ambos podrían considerarse activos de Infraestructura, sus funciones son totalmente distintas y así deben ser entendidas desde un punto de vista de inversión. Bitcoin (BTC) representa un activo de reserva que permite cobertura contra la inflación y cuenta con propiedades que lo asimilan a un oro digital. Por el contrario, Ethereum es una Blockchain donde se crea valor y funciona como esa primera capa donde construir multitud de aplicaciones. El ether (ETH) en ese sentido es un token de utilidad pues funciona a modo de gas.
Bitcoin tiene el mecanismo “having” para que no se agote la oferta prontamente. ¿Qué tan eficaz es este proceso para evitar llegar al límite?
El halving es un sistema por el cual se ajusta la recompensa dada a los mineros que proveen, a cambio, la seguridad necesaria a la red. Este sistema de incentivos es decreciente en el tiempo hasta el punto que, emitidos todos los bitcoin establecidos en el protocolo, serán los fees por las operaciones los únicos pagos restantes a esos mineros. A medida que más mineros se incorporan a la red, mayor es la dificultad. Por el contrario, si aquellos se desconectan, el sistema reduce la dificultad.
¿Por qué Ethereum no ha logrado la popularidad de Bitcoin?
Ethereum no tiene la misma función que Bitcoin como hemos visto antes. No obstante, incorpora un gran atributo que la hace muy valiosa pues permite la programación del dinero sobre su Blockchain. Los Smarts Contracts corren sobre esta red y permiten el desarrollo actual de campos como el de las Finanzas Descentralizadas o los NFT, que son tokens ERC721 que van igualmente sobre Ethereum. Son activos distintos que responden a necesidades y funciones diferentes.