Siempre está en el mundo criptográfico sobre la mesa esa eterna dualidad entre la elección de Bitcoin y Ethereum, y si la segunda superará a la primera en algún momento. Desde Bloomberg, el analista Mike McGlone señala que sí, en especial en 2023, aunque trataremos las ventajas de Ethereum según los analistas cuando dediquemos espacio este miércoles específico sobre la segunda criptomoneda del mercado.
En su informe sobre las perspectivas criptográficas que vienen, Coinbase destaca que, a pesar de la fuerte caída de Bitcoin este año, hay premisas importantes que hay que tener en cuenta para destacar su vigencia y valor en el mercado, a pesar de lo que apunta Bloomberg en favor de Ethereum. Considera que la debilidad más elevada de los activos digitales que se ha registrado en 2022 sirve como recordatorio de que Bitcoin sigue siendo una de las reservas primarias de monedas en la criptoeconomía.
Algo que se ha hecho claramente evidente en varias ocasiones en el año a punto de terminar, cuando algunos participantes del mercado, desde hedge funds, hasta venture capital pasando por los prestamistas CeFi, han vendido a marchas forzadas activos digitales. Considera que Bitcoin mantiene intacto, a pesar de las caídas, su éxito a largo plazo ante la resiliencia mostrada, ya que no depende de ninguna entidad centralizada. En 2022, la red continuó procesando del orden de 255.000 transacciones diarias sin tiempo de inactividad ni supervisión centralizada, incluso en medio de la volatilidad.
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Es más, destaca el informe que para 2023, y a pesar del criptoinvierno, Bitcoin, cada vez en un ecosistema más maduro y con elevada liquidez, seguirá siendo atractivo en el próximo ejercicio, porque no han variado en lo fundamental. Aunque, eso sí, no parece que su excesiva correlación con los activos tradicionales que hemos visto en el presente ejercicio, especialmente con el S&P vaya a cambiar en 2023. En ese caso es del 0,58.
Y dice más, sobre su tesis de resistencia de Bitcoin a largo plazo, porque indica que el porcentaje del suministro de la primera criptomoneda del mercado en manos de los ahorradores a largo plazo es del 85%, con un montante acumulado de 16,3 millones de activos.
Y es que espera Coinbase que los inversores institucionales, que dieron lugar en noviembre de 2021 a los máximos históricos de Bitcoin rozando los 69.000 dólares por acción, se sientan en 2023 más atraídos sobre el valor.
Si miramos a su cotización a punto de acabar 2022 sube un 1,57% en sus últimos días cotizados, con un avance mensual con mejor bagaje que el resto del mercado, con alzas del 4%. En el trimestre pierde un 12% y, en lo que va de año, recorta un 63,6%.
Con capitalización de 324.175 millones de dólares, lo que representa mayor peso del 40% en concreto en los 810.380 millones de dólares que vale todo el mercado global de las criptomonedas. Mientras, el índice del miedo y la codicia mejora a miedo frente al pasado mes con 22 y miedo extremo y sube hasta los 28 puntos, pero cae ligeramente desde los 29 de ayer mismo.
Desde Binance, su CEO Changpeng Zhao ha remitido una carta a su personal, al que ha tenido acceso Bloomberg en el que destaca que, aunque esperan que los próximos meses sean accidentados, superarán ese periodo desafiante y serán más fuertes por haberlo hecho, ya que considera que Bitcoin y las criptomonedas están pasado por un momento histórico, aunque el intercambio apuesta por sobrevivir al criptoinvierno.
Lo cierto es que, de momento, este año nadie parece haber acertado con sus estimaciones sobre Bitcoin. Ni aquellos que auguraban una recuperación exponencial con esos 250.000 dólares de Tim Draper, pero tampoco los 13.000 de JPMorgan tras el antes y el después que ha supuesto la crisis de liquidez tras la quiebra de FTX. Quizá el que más se ha acercado, Mark Mobius, que primero apostó por los 20.000. Para 2023 augura una caída para Bitcoin a la mitad, a 10.000. Veremos.
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