Estamos en un escenario completamente distinto a lo que hemos vivido en ciclos anteriores. 2024 marca un antes y un después, pero sobre todo por la participación de mercado y también por la legitimación de actores tradicionales hacia Bitcoin y Ethereum. La aprobación de los ETF pone a Bitcoin y a Ethereum en otro escenario completamente distinto por la exposición que van a tener a capitales que hasta ahora no podían dar pie a sus clientes a tener Bitcoin dentro de sus portfolios, y esto es un cambio histórico en lo que va a significar Bitcoin como inversión. Además, la victoria de Donald Trump en las elecciones de EEUU y su apuesta por la industria cripto para crear un entorno en el que Estados Unidos se convierta en la capital cripto, con personas clave dentro de los organismos estadounidenses, es muy favorable. Si a ello sumamos la posibilidad de que Bitcoin se convierta en reserva estratégica, el futuro no puede ser más prometedor...

Desde el lado del perfil de los inversores, los que han participado en la compra de Bitcoin y otros criptoactivos lo han hecho a través de plataformas o exchanges que han crecido con este ecosistema, pero hasta ahora no había un marco, ni una regulación ni herramientas financieras legales que facilitaran o motivasen a participantes del sector tradicional a tener exposición a este activo. Esto ha dado un cambio de 180 grados. Lo vemos también con ese mercado de opciones que se ha aprobado para poder reducir la volatilidad que tienen y cubrirse. De esta forma, la exposición o la cantidad de capital que ha tenido acceso a Bitcoin y otros criptoactivos ha cambiado radicalmente en 2024 en cuanto a la dimensión y Bitcoin se ha convertido en un activo más dentro de los tradicionales de inversión (real estate, equity, deuda pública...), y pensando en el medio y largo plazo. Evidentemente a la hora de invertir en Bitcoin va a haber especulación y va a haber posiciones de entrada y salida rápida, pero eso es algo que vamos a ver más en el mercado de las altcoin.

De hecho, ahora que Bitcoin está consolidando, estamos viendo como se desplaza mucho dinero a otros criptoactivos. En las últimas semanas los flujos están cambiando en la industria cripto y hemos visto cierta disminución del volumen en Bitcoin, todo un síntoma de un cambio de ciclo, ya que cuando Bitcoin pasa a consolidar su dominancia en el mercado, hay veces que toman el relevo otros criptoactivos que nada tienen que ver con Bitcoin. Una forma de medir esto es la dominancia del mercado. Así, Bitcoin, desde finales del año 2022 hasta hace escasamente tres semanas, ha estado en tendencia alcista y ha pasado de una dominancia del 38 - 39% a una dominancia del 62%. Hemos roto esa línea de tendencia alcista desde que ganó Trump las elecciones y ha habido una ruptura de esa línea que nos ha llevado a una dominancia de Bitcoin del 55 - 56%, o sea una corrección del 10%. ¿Qué está pasando? Desde mi punto de vista lo que está descontando el mercado son regulaciones, legislaciones muy favorables, no solamente para Bitcoin o Ethereum, sino para el resto del mercado.

No obstante, tenemos que tener cuidado, porque si hay una exuberancia tremenda con las altcoins es contra el dólar. Estas altcoin van a tener una utilidad en el mundo financiero pero hay muchísima más competencia, muchísimas más criptomonedas que pueden cumplir con una función de crear un entorno de smart contract o un entorno de tokenización de activos. Por lo tanto, dentro del mundo de las altcoin, veo todavía una especulación enorme. Por lo tanto precaución con estas subidas, a pesar de que estemos en un escenario muy favorable del punto de vista fundamental, porque más allá de la propuesta de valor que tiene cada uno de los criptoactivos, algunos son productos para infraestructura de mercado y otros proyectos que no van a ir a ningún lado pero que están generando mucha especulación. Además, no hay que olvidar que Bitcoin y Ethereum sí tienen aprobados los ETF, y eso es una diferencia sustancial a la hora de que estos criptoactivos reciban inversión.