Estos resultados van en línea con los ya anunciados en octubre de 2018 y marzo. Se presentará una actualización de todos los resultados clínicos, de biomarcadores y neuroimagen en San Diego (EEUU) en diciembre de 2019. Según los analistas de Renta 4 esto es una "noticia positiva que abre nuevas líneas de investigación para los trastornos neurodegenerativos con proteínas plasmáticas".

Este viernes, el banco de inversión alemán Berenberg ha elevado el precio objetivo que hasta ahora le daba a las acciones de Grifols A desde los 26,3 euros por acción hasta los 29,7 euros por acción, lo que supone un alza del 12,9% y un potencial alcista del 2,69%.

Tras este estrecho potencial que le da Berenberg, los títulos de Grifols caen un 0,1% en el Ibex 35 este viernes, todo ello tras alcanzar máximos históricos este mes de julio en los 28,95 euros por acción. En lo que va de año, los títulos de Grifols se revalorizan un 27%.

Grifols ha avanzado en bolsa a una velocidad más rápida de lo que han hecho los analistas al cambiar su valoración o perspectiva. El consenso de los analistas sitúa su precio objetivo en los 26,9 euros por acción, lo que supone un potencial de caída del 7% desde sus precios actuales. Además las acciones de la compañía catalana cuentan con recomendación de mantener o neutral. Diez firmas de análisis recomiendas comprar, nueve mantener y tres aconsejan vender.

A nivel técnico, el analista de IG Sergio Ávila comenta en una entrevista en Estrategias de Inversión que "Grifols A ha superado la resistencia de los 27,64 euros, está en zona de sobrecompra y podría tener algún tipo de corrección que le llevar al 38,2% de Fibonacci, en los 26,32 o incluso en los 24,90 euros, que sería el 61,4%, sería interesante para entrar en el valor con objetivo a medio plazo bastante amplio, en los 34 euros".

La compañía especializada en la comercialización de productos hemoderivados de la sangre presenta sus cuentas del primer semestre del año el 31 de julio. La multinacional catalana fundada por la familia Grifols ganó 114,4 millones en el primer trimestre, un 20,2% menos en comparación al primer trimestre de 2018 por mayores gastos. Grifols atribuyó la caída del beneficio a gastos no recurrentes ligados a transacciones corporativas y a mayores gastos financieros por la evolución de los tipos de interés y del cambio de normativa contable, con un impacto sobre la deuda de 711 millones y de 7,7 millones en arrendamientos.

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