No hay mejor referencia para probar que ha sido una semana sin catalizadores que echar un vistazo al saldo del Ibex 35 para las últimas cinco sesiones. El selectivo español cerró el viernes pasado en los 11.064,30 puntos y cotiza ahora en los 11.044,70 puntos.
Esto no quiere decir que el mercado no ha tenido sus temas bursátiles a vigilar pero, tal y como advirtieron los expertos de Mizuho Bank el martes pasado, “la negociación en la bolsa se ha ralentizado mientras empieza el verano y a la espera del arranque del Mundial este jueves”. Como competidores para ganarse la atención de los inversores (salvo en España, donde el proceso de sucesión monárquica acapara los titulares), las miradas se centran en los acontecimientos en Irak, algo que ha impulsado los precios de petróleo hasta máximos de nueve meses. A pesar de la subida en el crudo, el consenso apunta a que la situación no afecta, de momento, al suministro. Pero igual que pasó con la crisis Ucrania-Rusia, que “terminó sin nada”, los analistas advierten del posible riesgo, es decir, “y si al final...” No se puede olvidar nunca que la incertidumbre es el principal enemigo del mercado y, con la mayoría de los índices en máximos anuales (o incluso históricos, en el caso de Wall Street o el Dax 30), “el horno no está para bollos”. Tampoco significa que sea el momento del salir del mercado. José María Rodríguez, analista técnico de Bolsamanía, les viene advirtiendo de que el Ibex 35 es claramente alcista, pero este experto prefiere mantener posiciones, no aumentarlas.
Tras el anuncio de las medidas extraordinarias del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi ha comenzado a perder el protagonismo y los “buscadores de temas” centran la mirada en la política monetaria en Reino Unido y Estados Unidos (recordamos que el Banco de Japón ha optado por mantener los tipos y estímulos esta madrugada). En el primero de los casos, Mark Carney, gobernador del Banco de Inglaterra (BoE), llegó a la escena anoche, de madrugada, y advirtió que una subida en los tipos “podría llegar antes de lo que espera el mercado en el momento actual”.
Al contrario del BCE o el BoJ, y en línea con la postura de endurecimiento de la política monetaria como el “próximo paso” del BoE, los expertos ya están aumentando apuestas para que la Reserva Federal (Fed) incremente los tipos en Estados Unidos. “Oficialmente” queda tan sólo un año hasta que la autoridad monetaria americana comience a subir el precio del dinero. Al menos, así lo ve el consenso, según la última encuesta de The Wall Street Journal, que apuesta por la primera subida en junio de 2015, tras seis años y medio en mínimos históricos. No obstante, los 48 economistas encuestados apuestan por un aumento “gradual” en el que los tipos actuales del 0%-0,25% alcancen sólo el 1% en diciembre del año que viene y lleguen al 2,5% en el último mes de 2016.
Jason Martin