La decisión adoptada en marzo por el regulador suizo de depreciar 17.000 millones de dólares en bonos de nivel uno adicional (AT1) de Credit Suisse, en el marco de una adquisición forzosa por parte de UBS, agitó el mercado, dejando a los inversores en una situación de incertidumbre sobre su futuro.
Sin embargo, BBVA se ha encontrado con una fuerte demanda de los inversores, con el cupón final más bajo que las indicaciones anteriores. El banco español ha vendido 1.000 millones de euros en bonos AT1 tras una demanda de los inversores de 3.100 millones de euros, en el primer bono perpetuo que emitía desde julio de 2020.
El tamaño final del bono se ha situado en el extremo superior de la horquilla de 750 millones a 1.000 millones de euros que pretendía captar. BBVA ha fijado un tipo de interés del 8,375%, por debajo de su orientación inicial del 8,75%, con una ventana de amortización el 21 de diciembre de 2028.
La nueva operación “podría ser un acontecimiento positivo muy significativo para el mercado AT1, y podría ser el catalizador que los inversores han estado esperando”, señala en una nota recogida por Reuters Eoin Walsh, socio de TwentyFour Asset Management.
“La fortaleza del sentimiento de los inversores en los mercados de bonos corporativos se está mostrando hoy, ya que estamos viendo las primeras operaciones Additional Tier 1 (AT1) denominadas en euros que llegan al mercado desde la crisis de Credit Suisse”, apunta David Everson, jefe de negociación, renta fija EMEA en Liquidnet.