El argumento es que BBVA se queda sin el control del flujo de ingresos de CITIC (sólo mantiene los dividendos), y pierde así unos 500 millones de euros según las estimaciones de Credit Suisse, lo que representa un 14% de los beneficios esperados para 2014 y del 10% para 2010. “El valor tangible en libros también se ve más golpeado de lo que esperábamos, ante la decisión del banco de reclasificar la participación que se queda como 'disponible para la venta', lo que fuerza a una carga negativa sobre la participación total de 2.300 millones de euros”, cifra que ha ofrecido la propia entidad, y que supone una dilución del valor tangible en libros por acción del 7%-8% en 2014-2015.
“Dado el difícil entorno en su mercado doméstico, parece prudente que BBVA eleve capital”, opinaba en Bloomberg Sandy Mehta, consejera delegada (CEO) de Value Investment Principals; y Jim Antos, analista de Mizuho, comentaba para la agencia estadounidense, “la transacción es efectivamente una inyección de capital”.
La nueva situación conlleva un cambio en el tratamiento contable de la participación, que pasará a ser considerada como una participación financiera no significativa, registrada como disponible para la venta. “Este cambio contable se traduce en un impacto extraordinario negativo en el beneficio atribuido de este ejercicio de aproximadamente 2.300 millones de euros, provocado por la puesta a valor de mercado de la totalidad de la participación (15%) de BBVA en CNCB”, reconoce la entidad.
Bankinter, que aconseja comprar el valor, advertía que la parte negativa de esta operación es que, al cambiar el criterio de contabilización de la participación que le queda, de manera que es considerada como “disponible para su venta” y pasa a contabilizarse a su valor de mercado, implicará esos extraordinarios negativos (pérdidas) por aproximadamente 2.300 millones de euros.
La parte positiva, según Bankinter, es la que “seguramente” ha motivado esta venta: “Precisamente como consecuencia del cambio de criterio de contabilización, se libera consumo de capital por aproximadamente 2.400 millones de euros, lo que permite elevar el core capital en unos 72 puntos básicos, según cálculos de la propia compañía. Teniendo en cuenta que el core capital en junio era de 11,3% (sin realizar ningún ajuste), se deduce que tras esta venta se elevaría hasta aproximadamente a 12%.”
Los analistas de Bankinter recuerdan que este movimiento de venta de participaciones minoritarias ya ha sido llevado a cabo por otros bancos, como Goldman Sachs o Bank of America, para liberar recursos propios y mejorar sus ratios de capital debido a la progresiva aplicación (hasta 2019) de normas contables más estrictas derivadas de Basilea III. “En ese sentido, era un movimiento previsible por parte de BBVA. En nuestra opinión, tampoco la entidad estaba obteniendo un retorno de actividad en China relevante de esta participación asociada a un acuerdo de colaboración estratégico que a partir de ahora adoptará un perfil más bajo. Como consecuencia colateral de esta venta, da la impresión de que el compromiso estratégico con CITIC disminuye significativamente, por lo que es probable que veamos cómo BBVA desarrolla negocios en China de ahora en adelante sin vinculación con CITIC”. El banco vasco ha subrayado que China sigue siendo un país “muy atractivo” para ellos, y han anunciado que abrirán una sucursal allí en breve.
En Bankinter concluyen que esta venta se presentaba casi como inevitable debido al fuerte consumo de capital que suponía el mantener una participación del 15%, pero que “no tendrá impacto relevante negativo sobre la cotización por las pérdidas que debe imputarse al poner la participación a valor de mercado por dos razones:
(i) Aunque la minusvalía por esta participación en CITIC no se hubiera pasado por pérdidas y ganancias al considerarse una inversión permanente (es decir, estratégica y, por tanto, no disponible para la venta), sí se encontraba ya descontada por el mercado en la cotización.
(ii) La consecuencia positiva sobre core capital (refuerzo de la base de capital y, por tanto, de los ratios de solvencia) compensa cómodamente la negativa”.
En opinión de Ahorro Corporación Financiera (ACF): “Si bien el efecto es negativo de cara a la generación de capital en el cuarto trimestre, creemos que la operación tiene pleno sentido de cara al reforzamiento los ratios de capital para Basilea III, que es lo que el mercado va a premiar. Es decir, la operación en el momento de efectuarse tiene efecto neutro de cara a Basilea III y, de manera recurrente, dejan de efectuarse deducciones de core por unos 74 puntos básicos”.
En ACF concluyen que “si bien tuvo sentido estratégico en su día (comprar CITIC), ahora tiene todo el sentido también reconducirla hasta una participación financiera por debajo del 10% como hiciera recientemente CaixaBank con Inbursa (pasando del 20% al 9%)”.
María Gómez