A mediados del mes de abril, los expertos de Citigroup advertían sobre la compra de Barclays España que su filial provocaría consumo de capital en el banco comprador. Esta premisa hace complicado que alguno de los bancos españoles, que encaran este año los tests de estrés del Banco Central Europeo (BCE), se interese. Los analistas del bróker estadounidense hicieron el siguiente ejercicio de imaginación en caso contrario: “Supongamos que sí hay un español interesado. Los bancos que menos capital consumirían con esta compra serían Banco Santander y BBVA. Sin embargo, el 41% de los 24.100 millones de euros en préstamos de la cartera de Barclays España está concentrado en Madrid, lo que la hace más atractiva para CaixaBank o Banco Sabadell, con menor presencia en la capital comparado con su cuota de mercado nacional”.
Además de la creación de ese “banco malo”, Barclays ha anunciado 14.000 despidos este año.