Bankia
ayer cerró con una fuerte subida superior al 4%. Este avance vino propiciado por la victoria de Trump en EEUU, que promete animar los márgenes de las financieras. Además, Luis de Guindos, al tiempo, reconocía que el Gobierno está estudiando la privatización de las entidades intervenidas por el Estado a finales de este año o principios del próximo. Actualmente el Estado controla alrededor del 65% tanto de Bankia como de BMN y una de las posibles vías para llevar a cabo dicho proceso de privatización es la fusión de ambas entidades para facilitar la desinversión pública. Así pues, De Guindos indicó que  “es preciso culminar el proceso de reestructuración del sector financiero con la privatización de las entidades todavía nacionalizadas”.
 

Con este telón de fondo, ayer Bankia se disparó hasta superar en el intradía la resistencia de los 0,85 euros, aunque cerró por debajo y, por lo tanto, por debajo del retroceso de Fibonacci del 50%. Aun así, el valor sigue cotizando dentro del canal alcista en el que se mueve desde junio y cuya parte alta pasa por los 0,95 euros. En cambio, la parte baja del canal alcista pasa por los 0,80 euros, coincidente con el retroceso de Fibonacci del 38,2%.


 
Los repentinos avances de Bankia han llevado a su RSI a marcar sobrecompra, pero también al precio a situarse por encima de las medias de 14 y 40 sesiones, haciendo que recupere la tendencia alcista de medio y largo plazo y convirtiendo a Bankia en una de las acciones más alcistas del selectivo, como se puede ver en los
indicadores técnicos premium.