A pesar del levantamiento de la prohibición de cortos y el regreso de las dudas acerca del futuro económico-político de nuestro país –a juzgar por las fluctuaciones de la prima de riesgo- seguimos observando dentro de las mayores revalorizaciones acumuladas en el año a 3 entidades financieras. Bankinter acumula una subida superior al 13% desde el 1 de enero, mientras que Popular ha avanzado un 5,8% y CaixaBank un 4,35%
Banco Popular
CaixaBank encuentra, una vez más, fuerte resistencia en torno a los 3 euros psicológicos, 3,10-3,20 técnicos. Miguel Rodríguez Bonet, director de análisis de formaciontrading.com, avisa que “mientras no supere esa zona, no recomendaríamos tomar posiciones alcistas en el valor. De hecho, ha perdido un sesgo alcista y está empezando a hacer máximos y mínimos decrecientes, y si el Ibex 35 no aguanta el soporte de los 8.000 puntos, CaixaBank irá por debajo de los 2,5 euros. En 3 euros tiene una resistencia que fue rota, pero se volvió a meter por debajo, una trampa de mercado o dilatación. Cuando se produce este escenario se considera un doble techo con dilatación en el que, aunque entran muchas órdenes de compra, cae. Mientras no supere 3,10-3,20 no deberíamos entrar alcistas”. (Ver: Caixabank, Bankinter y BBVA, los bancos a tener en cartera. Santander, listo para cortos)
BBVA se libra de la quema por pelos, a pesar de que es uno de los bancos con mejor situación. Técnicamente, “mientras esté por encima de 6.85-6.90 euros, parece un título que puede recuperar parte del camino desandado”, dice Moro. Además, como recuerda Álvaro Blasco, director de ATL Capital, “es el banco que más recomendaciones positivas acumula”. De hecho, el último en animarse a mejorar su juicio sobre la entidad presidida por Francisco González ha sido JP Morgan. El bróker estadounidense ha mejorado su consejo de infraponderar a neutral.
Frente a la revalorización que acumula BBVA en el año, su ‘gemelito’, Banco Santander, pierde posiciones. La entidad de Botín pierde casi un 6% de su valor. Sin embargo, estos retrocesos lo han puesto a tiro de compra, estrategia que hemos desarrollado en nuestra Cartera Premium pues, como explica Luis Francisco Ruiz, analista de Estrategias de inversión, “aunque el precio presenta momento negativo a corto plazo y el volumen de contratación es reducido, las medias de largo plazo permanecen cruzadas al alza y es premeditado dar por finalizado el movimiento al alza desarrollado desde los mínimos de 2012”. Incorporamos la acción a cartera con un stop a cierre diario en 5,23 mientras que, por la parte superior, “una aproximación a 6,57 nos concedería margen en el actual entorno de volatilidad para ajustar el stop inicial”. (Ver: ¿Cómo queda el Santander en España?)
Banco Sabadell ha sido la financiera más penalizada desde que se reinstauraran los cortos. En 12 días ha perdido un 4,44% de valor y los descensos podrían prolongarse pues, “tras perder el soporte de los 1,75 euros, la acción irá a buscar apoyo en 1,17”, indica Ana Rafels, asesora de inversión de Ana Rafels EAFI, quien desaconseja este valor para el medio plazo o para inversores conservadores. (Ver: Sabadell sigue sin ser una buena opción de inversión)
EVOLUCIÓN BANCOS COTIZADOS vs. IBEX 35 EN EL AÑO:
Fuente: Yahoo Finance
Desde JP Morgan reconocen “mantenerse cautos en bancos españoles para el corto plazo como consecuencia de las costosas valoraciones”. Sin embargo, ven luz al final del túnel y admiten “estar más constructivos en el sector a largo plazo” Además, desde Enbolsa.net destacan que el flujo de capitales favorece a la industria financiera:
Más allá del Ibex 35, ¿qué está sucediendo en el sector bancario español?…
Como decíamos en la introducción, el sector financiero español sigue con ‘la casa patas arriba’ y, es que, continúan saliendo a la luz casos de entidades que no pueden seguir caminando solas. Es el caso de Caja España-Duero. El Banco CEISS, creado por la susodicha unión de cajas, tiene un desfase patrimonial de 288 millones de euros. Al recibir 604 millones procedentes del segundo tramo del rescate financiero que recientemente desembolsó el MEDE (mecanismo europeo de estabilidad), el Estado se quedaría con la totalidad de la entidad. Dicho de otra forma, ‘habemus otra nacionalización’. Esto, a menos que Unicaja lo evite acordando una integración que el pasado diciembre no se materializó por desacuerdos.
También se halla en tela de juicio la supervivencia independiente de Banco Gallego. La entidad ya está controlada al 50% por la nacionalizada Novagalicia Banco. El FROB ya aprobó una operación acordeón en Banco Gallego para sanearlo, reduciendo primero su capital a cero y ampliándolo después con unos 170 millones. El FROB cubrirá 80 millones en principio, pero si no acuden a dicha ampliación el resto de accionistas, el Estado se quedaría con el 100%. Vamos, otra nacionalización en toda regla.
Pero, aquí nos volvemos a plantear la duda –como en las anteriores 4 nacionalizaciones financieras (Bankia, Catalunya Banc, NCG Banco y Banco de Valencia)- ¿por qué seguimos nacionalizando entidades para limpiarlas y venderlas a precios irrisorios?, ¿no sería más barato liquidarlas? Francisco Viyuela, director de Independent Advisors EAFI, afirma que “cuando una entidad no es viable es más barato liquidarla que inyectar dinero público, ya que en España los inversores (bonistas y accionistas) pueden asumir las pérdidas que se generan en una liquidación sin tener que llegar a los depositarios, lo que hace que ninguna financiera sea sistémica en nuestro país”.
Además, las entidades nacionalizadas ya han transferido 36.084 millones de euros al banco malo (Bankia ha trasferido 22.317 millones; Catalunya Banc, 6.708 millones; Novagalicia Banco, 5.097 millones; Banco de Valencia, 1.962 millones), mientras que Liberbank, Caja3, BMN y Banco CEISS, entidades que necesitan dinero público para recapitalizarse sin ser, en principio, nacionalizadas, transferirán al Sareb 4.588 millones a lo largo de este primer trimestre (BMN transferirá 2.100 millones; Liberbank, 1.000 millones; Caja4, 770 millones; y Banco CEISS, 718 millones). En total, la Sareb gestionará activos por un importe cercano a los 42.000 millones de euros. Sin embargo, en estos días ha saltado la preocupación el mercado ante los rumores que apuntan a que el sistema de gestión de la Sareb no es viable para poder sacar en los 15 años previstos todos los inmuebles adjudicados y poder venderlos con beneficios. Según indica Juan Ángel Hernández en su blog ‘El economista impaciente’ “la Sareb tiene que hacer unas nuevas estimaciones, porque posiblemente el deterioro de los precios del ladrillo sea mayor que el valor al que le pasaron estos activos”. Estas entidades transfirieron los inmuebles al banco malo con descuentos en torno al 54%. Sin embargo, la Sareb, buscando maximizar su rentabilidad, ha impuesto a las entidades nacionalizadas venderlos ahora un 25% por encima del valor al que los transfirieron al Sareb.
De hecho, las escasas o nulas rebajas en el precio de los activos inmobiliarios trasferidos al organismo presidido por Belén Romana suscitaron las quejas de los fondos internacionales de inversión Cerberus, Fortress y Centerbridge, que se postulaban para entrar en la ampliación de capital de la Sareb en la segunda ronda (con la entrada de los activos de las entidades del ‘grupo 2’, entidades ayudadas pero no nacionalizadas). ¿Cómo ha solucionado la Sareb este desencuentro? Declarando ‘non grata’ su presencia en el capital y vetando la entrada a ambos fondos. Estos fondos ponían como condición disfrutar de una opción preferente de compra de paquetes de activos inmobiliarios, aro por el que la Sareb no ha querido pasar.
Y, mientras las cajas y banco-cajas hacen los deberes con ayuda de papá Estado, los bancos cotizados en el Ibex 35 se aprietan el cinturón casi hasta la asfixia en pro de garantizar su futuro independiente. Muestra de ello es que los seis grandes bancos en el ejercicio de 2012 han provisionado casi 46.000 millones para hacer frente a posibles pérdidas de activos inmobiliarios a costa de los beneficios. Recientemente la agencia de rating Fitch alababa estos esfuerzos porque “han mejorado sus coberturas, aunque ha derivado en una significativa reducción de sus beneficios o incluso en pérdidas, a pesar de los ingresos mejores de lo esperado y el estricto control de costes”. Como en la fábula de ‘La hormiga y la cigarra’, la idea de que guardar hoy, para hallar mañana dará sus frutos en el futuro también es albada por Rafael Ojeda, director de análisis de Miramar Capital EAFI, quien cree que “todas las provisiones que han hecho las financieras españolas, serán futuros beneficios. Dentro de poco las entidades, incluso Banco Popular, darán alegrías”. No obstante, desde Fitch también se encargan de despertar de la ensoñación a quien crea que los grandes bancos lo tienen todo cubierto pues, “la exposición al ‘ladrillo’ sigue siendo la principal debilidad para la mayor parte de las entidades españolas y el riesgo de que los impagos se generalicen en otro ámbitos es también importante, especialmente cuando esperamos que la economía sigua contrayéndose este año”. Una vez más, la banca española, desde los más grandes a los más pequeños, tiene deberes pendientes.