Así, hoy las grandes entidades españolas caen a plomo. BBVA perfora soportes relevantes de medio plazo, mientras que Santander presenta una situación más comprometida porque rompe soportes, tanto de medio, como de largo plazo.
El Santander ha tardado en lograr casar las órdenes de compra y venta debido a la gran masa de inversores que querían deshacerse de sus títulos. Al final, la entidad se convierte en uno de los valores más penalizados, dejándose más de un 6% y cotizando en 6,36 euros. Este movimiento no sólo empeora su situación en el corto plazo, también en el medio y largo plazo, pues actualmente el precio está perforando a la baja las medias móviles de 40 y 200 sesiones (que transcurren por los 6,60 y 6,55 euros, respectivamente). (Ver: Indicadores técnicos Santander)
Además, si trazamos los retrocesos de Fibonacci desde el último gran mínimo que hizo en julio de 2012 hasta los máximos del año pasado, vemos que ha perforado la zona de 23,6% (6,4 euros).
Si reducimos el gráfico, en el medio plazo Santander también está perforando un nivel de soporte relevante, marcado por el retroceso de Fibonacci del todo el impulso alcista que experimentó desde comienzos de año y hasta los máximos de abril. Así, ha quebrado la zona de 38,2 de Fibo (6,45 euros). De hecho, en la vela intradiaria ha llegado incluso a romper el siguiente soporte marcado por el 50% de retroceso en los 6,25 euros. Ahora, el importante hueco que ha dejado en la apertura se convierte en su principal resistencia y, si no logra superar los 6,50 euros, no podrá escapar del canal bajista.
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BBVA
Tampoco hay consuelo para BBVA, aunque las caídas son un punto porcentual inferiores. Así, la entidad presidida por Francisco González pierde los 9 euros, aunque cotiza justo al borde. Además, el precio está volviendo a la parte alta de la vela que ha dibujado en la apertura y, aunque perfora la media móvil de 40 sesiones, que pasa por los 9,08 euros, salva la de 200, que transcurre por los 8,67 euros, respectivamente. (Ver: Indicadores técnicos BBVA)
Además, si observamos un gráfico de largo plazo y trazamos los retrocesos de Fibonacci desde el último gran mínimo de julio de 2013 hasta el punto más alto de los últimos meses, es decir, los máximos de este año, vemos que BBVA está salvando el soporte de los 8,85 euros, marcado por el retroceso de Fibonacci del 23,6%.
En cambio, si acotamos el estudio del gráfico a este año y trazamos un retroceso de Fibonacci desde los mínimos de enero a los altos de abril, BBVA sí estaría perforando el primer soporte, los 9,10 euros, marcado por el 23,6% de Fibonacci. Además, vuelve a meterse dentro de un canal bajista que dejó atrás la semana pasada. Por eso, es clave que supere la parte alta de este canal, es decir, los 9 euros, para confiar en una recuperación del precio a medio plazo.
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