La crisis de liquidez que sufre el tejido empresarial español, azotado por la pandemia del coronavirus, está disparando la demanda de crédito por parte de autónomos, pymes y grandes compañías. El cierre de comercios, la caída de las ventas, la desaceleración de la producción o las dificultades para conseguir materiales del extranjero son algunos de los muchos problemas en cadena que amenazan la supervivencia de numerosos negocios. Y todo ello desemboca en un último obstáculo: la necesidad de obtener financiación para poder aguantar el tirón y reducir los daños. Cerca de medio millón de pymes temen desaparecer, según una encuesta realizada por la patronal Cepyme, si bien la sacudida de la crisis se propaga por empresas de todos los sectores y tamaños.
Una de las medidas extraordinarias puestas en marcha por el gobierno el pasado mes de marzo son las Líneas ICO para garantizar nuevos préstamos o renovaciones a empresas y autónomos que tienen que atender las necesidades de financiación derivadas de pagos de salarios, facturas, circulante u otras necesidades de liquidez. Del importe máximo de 100.000 millones de euros, ya se han activado dos tramos por 40.000 millones. Las entidades financieras son las encargadas de poner en marcha la financiación que, una vez aprobada, se formaliza con los fondos que el ICO entrega a los bancos.
Banco Santander ha sido la primera entidad en agotar el importe que le han asignado, en función de su cuota de mercado, de estas líneas de crédito. La entidad explicó durante la presentación de los resultados del primer trimestre -celebrada el pasado 28 de abril en remoto- que ha concedido créditos de esta línea por valor de 9.600 millones de euros. De este volumen, 7.000 millones han correspondido a pymes y autónomos, mientras que los 2.600 millones restantes han tenido como destino grandes empresas. En total, se han realizado 60.000 operaciones. Y aún existe demanda, según señaló la entidad, que espera que se libere el límite máximo.
“Detrás de cada préstamo ICO hay una historia que habla de apoyo y confianza en un proyecto”, dice el Banco Santander en su cuenta de Twitter, donde incluye un vídeo con testimonios de empresarios que van a poder mantener su plantilla y volver a trabajar con la ayuda de estos créditos. “No os preocupes por nada, porque os vamos a ayudar y vais a salir de ésta”, cuenta que le dijeron en su oficina Silvia Abad, gerente de Valfu, una pequeña compañía valenciana de instalaciones contra incendios con doce trabajadores.
Fuera de la financiación ICO, desde mediados de marzo Santander España ha otorgado otros 12.000 millones de euros a través de 176.000 operaciones. El grupo también está apoyando prestamos con garantías de los gobiernos en otros países en los que está presente, como Reino Unido, Italia, Alemania, Brasil, Chile o EEUU.
Más de 1.100 millones de euros diarios en nuevos préstamos
Banco Santander está ofreciendo un importante apoyo financiero para ayudar a mitigar el impacto de la pandemia. De hecho, la media de nuevos preÌÂstamos diarios a pymes y grandes empresas ha aumentado maÌÂs del 100%, desde 562 millones de euros en febrero a 1.149 millones en abril. “Desde el comienzo de la crisis, hemos actuado con determinacioÌÂn para hacer todo lo posible en la lucha contra la pandemia y apoyar la recuperacioÌÂn, y esta sigue siendo nuestra maÌÂxima prioridad (…). La crisis estaÌÂ afectando maÌÂs allaÌÂ de lo imaginable la manera de vivir y de ganarse la vida de nuestros clientes. Estamos trabajando sin descanso a dos niveles: primero, para atender las necesidades de las personas y las empresas. En las primeras semanas de abril, hemos ayudado a pymes y grandes empresas con la concesioÌÂn de maÌÂs de 1.100 millones de euros diarios de media, y mantendremos nuestro compromiso de seguir ayudando. Y, segundo, analizando el impacto maÌÂs estructural de los cambios que estaÌÂ causando esta crisis, desde las cadenas de suministro hasta el comportamiento de los clientes”, aseguró Ana Botín en un comunicado con motivo de esta presentación.
Pero junto a la financiación, el grupo ha puesto en marcha en todas sus filiales otras soluciones, ayudas sociales, productos y servicios adaptados a la actual situación. Entre ellos, se han concedido aplazamientos en el pago de los preÌÂstamos en muchos mercados, se han aumentado temporalmente los liÌÂmites de las tarjetas de creÌÂdito, se han flexibilizado las penalizaciones por descubierto, se ha apoyado de forma proactiva a los clientes vulnerables, se han reducido o suspendido temporalmente algunas comisiones y se han introducido coÌÂdigos QR y otras herramientas en los cajeros automaÌÂticos y en los dispositivos de punto de venta para evitar contacto y facilitar las gestiones de los clientes.
Además, Banco Santander ha anunciado que va a destinar más de 100 millones de euros para iniciativas solidarias a nivel global, como compra de equipamiento médico o apoyar la investigación del coronavirus. Los fondos provienen de la reducción drástica en la retribución de la alta dirección y del consejo de administración, de donaciones de empleados, de terceros y de aportaciones específicas realizadas por las filiales del grupo.