Todavía hay algunas condiciones suspensivas y autorizaciones administrativas en el aire, por ello se prevé que se concluya este proceso en el último trimestre del año.
Cuando comenzó noviembre, la entidad anunció el cierre de 47 sucursales en el país luso, lo que supondría el despido de 295 empleados. Esta operación va en línea con la estrategia de la entidad de conseguir una mayor eficiencia, tanto en la mejora de ingresos como en la de costes.
Según ha informado la entidad, el objetivo de esta división pasa por que una parte de la organización esté centrada en la generación del negocio rentable y recurrente; y la otra, en la reducción de activos no productivos y en rentabilizar el negocio inmobiliario corriente.