Hace unos días conocíamos que en las últimas semanas los inversores se habían entregado a la renta variable. Con los mercados en máximos históricos y la amenaza de un tapering –más o menos tarde-, lo cierto es que empiezan a surgir las voces que hablan de complacencia en los mercados.

Todos señalan como ejemplo al S&P 500, el selectivo estadounidense, que acumula una subida de alrededor de un 160% desde los mínimos de 2009. El 13 de marzo de ese año, el índice llegó a cotizar en algunos momentos de la sesión en 672 puntos, lo que llevaba la capitalización hasta niveles de 1996


Desde aquel día el S&P 500 no ha hecho nada más que subir, aupado tanto por la política de estímulos monetarios de la Reserva Federal (que ha expandido su balance en estos momentos hasta niveles cercanos a los 4 trillones de dólares), y por la mejora de los resultados de las empresas. (Ver: ¿Le queda recorrido al S&P 500?)

Pero algunos miembros del mercado comienzan a cuestionarse si estamos ante una nueva burbuja. (¿Se están formando burbujas?
)

La decisión de retrasar la retirada de estímulos por parte de la Reserva Federal en septiembre ha inflamado el ánimo de los inversores. Lo vimos en los datos de los flujos de fondos de las últimas semanas. (Ver: Más dinero en fondos de renta variable)

En Citi afirman que en 2013 se han producido algunos signos de normalización en los movimientos de capital a nivel global. Entre 2007 y 2012 los fondos de renta variable sufrieron salidas de dinero por un importe que podría rondar los 180.000 millones de dólares, según las cifras que maneja EPFR. Todo lo contrario de lo que había ocurrido con la renta fija.

Sólo desde junio, la renta variable europea ha recibido llegadas de fondos por un importe de 36.000 millones de dólares, al contrario de lo que había ocurrido en los últimos 5 años.

Además de la perspectiva de que la FED dejará encendida la máquina del dinero por algo más de tiempo, los resultados de las compañías también han ayudado.

En concreto, según JP Morgan, ya han publicado el 74% de las empresas del S&P500. Alrededor de un 75% de ellas “han publicado BPA mejor de lo esperado, en un 4% de media”. Además, el crecimiento en ventas es del 2% con respecto al mismo periodo del año anterior. Es más, un 52% de empresas publicando ventas mejores de lo esperado".

Esto ha llevado a que el beneficio por acción del S&P500 del tercer trimestre se sitúe –según los cálculos de estos analistas en 27,57 dólares, desde los 27,05 dólares que tenía el mercado antes de estos resultados.

En estos buenos resultados están influyendo las rebajas de las estimaciones que han hecho las compañías. En concreto, las estimaciones para el cuarto trimestre se han revisado hasta 28,60 dólares, unos 50 céntimos a la baja desde que empezaron a publicarse los resultados del tercer trimestre.



En JP Morgan señalan que “no son pocos los inversores preocupados por esta situación, y piensan que la subida de los precios solo continua gracias a las medidas de los bancos centrales con medidas extremas de tipos y liquidez, de forma que se están creando burbujas que lastraran las futuras rentabilidades y crecimientos”.

Pero a pesar de todo, los inversores han decidido seguir utilizando los resultados como catalizadores.

En este sentido, los analistas de Citi han estudiado uno de sus modelos, el que mide las sensaciones de los inversores, si están en situación de pánico y euforia y la conclusión es clara.

Ellos afirman que este modelo está mostrando una señal de aviso ante la “complacencia” de los mercados. Afirman que los invesores se han vuelto más alcistas en sus conversaciones y reuniones, sobre todo a la espera del tradicional rally. Y eso a pesar de que la subida de casi un 20% que lleva el S&P 500 en lo que va de año podría haber traído consigo algo de cautela.



De hecho, este índice de sentimiento ha alcanzado los máximos desde 2008, muy cerca de lo que ellos denominan territorio de Euforia. Y esto, en opinión de los expertos de Citi, es preocupante.

Según los analistas de este banco, este modelo ha sido muy útil para establecer los movimientos del mercado. Afirman que la última vez que este indicador estuvo en esta zona, -mayo-, los mercados cayeron entre un 3 y un 4%.

Los analistas de Citi creen que aunque aún no se ha llegado a la euforia total, lo cierto es que ellos no descartan caídas en los mercados en los próximos 12 meses. En realidad, le dan una probabilidad a los descensos del 80% y eso que, en su opinión, las lecturas que indican un mercado alcista siguen intactas.