De acuerdo con esta entidad, se trata de personas entre 41 y 63 años de edad. Como media suelen trabajar más de 50 horas a la semana y en sus hogares entra un salario que ronda los 374.000 dólares.
Los trabajadores millonarios suelen dedicarse en mayor proporción a la salud, las finanzas, la ciencia, la tecnología o la ingeniería que el resto de la población.
Pero, según EverBank, si hay algo que destaca a este tipo de inversores es que estamos ante un perfil extremadamente conservador. Alrededor de un 30% de ellos nunca han requerido de los servicios de un asesor financiero y muchos de ellos piensan que jamás se jubilarán. Explican en la firma que alrededor de un 23% de ellos ganan más de 500.000 dólares al año y han invertido alrededor de 2,5 millones. Y aun así no piensan en la jubilación.
Más que en sus años de retiro, ellos piensan en dedicar ese dinero en los planes de formación y educación de sus vástagos.
Quizá por esa razón muchos expertos creen que este perfil de trabajador millonario no está haciendo bien sus deberes y no se ha parado a pensar en sus estrategias de diversificación de activos. De hecho, en EverBank consideran que están haciendo todo lo contrario a lo que deberían hacer.
Muchos de ellos han decidido concentrar casi todo su patrimonio en activos ligados a la bolsa bajo la teoría de que al final siempre sube. “Algunos, de hecho, quizá podrían estar cegados por el hecho de que el S&P 500 lleva seis años consecutivos de caídas y por eso no prestan mucha atención a sus carteras”.