Valorar cómo se resuelve la diferencia entre el paso a paso de la integración política y la velocidad de vértigo de la
Debo admitir que quién mejor ha refl ejado la realidad actual de la Moneda Única ha sido la Canciller alemana. En un reciente discurso, destacaba tres importantes ideas: 1) Su apoyo al Euro; 2) su rechazo a mutualizar la deuda; 3) su posición a favor de una progresiva integración fi scal, fi nanciera y política. Pero no a la velocidad que exige el mercado para lograrlo. ¿Qué les queda entonces a los países ahora más cuestionados? Tomar medidas agresivas de ajuste fi scal y estructural y esperar que sean sufi cientes para convencer al mercado o al menos al ECB; buscar un rescate fi nanciero, si es posible. Y todo ello bajo el temor que la situación no se contagie a otros países, de forma que a la larga no haya sufi ciente dinero para todos. También decía la Canciller alemana que el margen de actuación financiera (solidaridad, que no es lo mismo que asumir el coste de la deuda… aunque de hecho ya lo está haciendo) no es ilimitado. En este caso sólo dependeríamos del ECB, “si se lo permite su mandato”. Yo creo que sí.