El vehículo consigue así en dos meses más que el resto en todo el año. Se trata del CaixaBank Rentas Euríbor, un producto de deuda a plazo fijo. El vehículo invierte en deuda pública española, y tiene un horizonte de inversión de ocho años hasta 2024. En este periodo realizarán ocho pagos en formato de reembolsos automáticos a favor del cliente.
Fuentes de la gestora de CaixaBank reconocen que han impulsado la comercialización en las oficinas. El fondo, con una inversión mínima para entrar de 10.000 euros, estaba dirigido a clientes con un perfil conservador. Tras menos de tres meses a la venta, “la entidad ya ha comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que se había alcanzado el volumen máximo de comercialización, 3.050 millones, por lo que se ha agotado”, añaden estas fuentes.
Además, el vehículo “tiene ventanas de liquidez mensuales a partir de enero de 2017 sin comisión de reembolso”, agregan en la gestora, defendiendo así la razón de ser del producto: “El marco de rentabilidad está claramente definido y el inversor sabe cuál es el retorno que puede esperar y decidir comparando con el resto de las alternativas que hay en mercado. Se ofrece un retorno superior al de los depósitos, con elevada participación a una posible subida de tipos de interés mientras el Euribor no suba más allá del 4%, que ahora mismo el mercado no descuenta que se pueda alcanzar durante la vida de este fondo (hasta 2024)”.
¿INVERTIR EN DEUDA PÚBLICA?
Las políticas ultraexpansivas de los bancos centrales, incluyendo los estímulos de Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo (BCE), han ahogado en los últimos años las rentabilidades de los activos de deuda. De hecho, mientras la gestora arrasaba con un fondo de deuda, CaixaBank Research cuestionaba el posicionamiento en estos activos en un informe publicado este mes, con el título 'Rentabilidad y riesgo de los bonos soberanos': “La rentabilidad esperada de los bonos públicos (medida a través de su tasa interna de rentabilidad a vencimiento, TIR) está en mínimos históricos. Una cesta de bonos entre 1 y 10 años de los países del G7 brinda una TIR de apenas el 0,3%, prácticamente el nivel de los tipos oficiales de los bancos centrales”.
El mismo informe señalaba además que “hay serios motivos para dudar que el mercado esté siendo eficiente en su percepción de las perspectivas económicas y los riesgos: las distorsiones generadas por las compras masivas de los bancos centrales (quantitative easing, QE), la presencia a su estela de inversores con estrategias de momentum que buscan ganancias de capital cortoplacistas (hedge funds), la existencia de compradores forzosos por normativa o estatuto (fondos de pensiones), así como el efecto rebaño en el que suelen incurrir muchos inversores tradicionales cuando un determinado activo está en boga”. En consecuencia, agregan estos expertos, “los bonos pueden incorporar más riesgo de lo que parece”.
Fuentes de CaixaBank Research recuerdan que este tipo de informes no son recomendaciones de inversión, sino que su objetivo es divulgativo. Asimismo, en la gestora de CaixaBank matizan que “lo que el fondo ofrece es la rentabilidad del euríbor, no de la deuda pública”. Recuerdan además que la rentabilidad está prefijada, y que el producto tiene ventajas de liquidez que interesarán o no al partícipe en función de “la cartera de bonos que tiene y la propia valoración de la estructura de participación en la subida del euríbor. Esta estructura combinada permite que el posible impacto de una subida de las rentabilidades de la deuda sea compensado en su mayor parte con la subida de la valoración del euríbor”.