¿El motivo de esta subida? Sus resultados de su segundo trimestre fiscal que contabilizan las ventas de mayo, junio y julio. En el trimestre que terminó el 31 de julio los ingresos totales de la compañía fundada en 2012 llegaron a los 664 millones de dólares, un 355% más que en el mismo período del año anterior. Estas cifras suponen cuatro veces más de lo que facturó en el mismo trimestre del año anterior (145,82 millones), y más de un 30% por encima de las expectativas del mercado.
El beneficio neto de Zoom en su segundo trimestre fiscal se disparó hasta los 185,74 millones de dólares (0,63 dólares por acción), frente a los 5,52 millones de dólares de igual periodo del año pasado y suponen un 85% más de todo lo ganado en el ejercicio 2019 (101,2 millones de dólares).
En términos ajustados, el beneficio por acción de Zoom se eleva hasta los 0,92 dólares, una cifra que duplica las expectativas de los analistas, apuntadas por la propia compañía en la presentación de resultados del pasado trimestre, que esperaba unas ganancias de 0,45 dólares por acción. Y todo ello pese a que la compañía no ha sido ajena a la polémica sobre la seguridad de la plataforma de videollamadas, que ha ido mejorando en los últimos meses.
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"La demanda de los servicios han subido tanto por el auge del teletrabajo que la firma californiana ha sido capaz de cerrar el segundo trimestre con un volumen de ventas superior incluso a todo lo facturado en el conjunto de 2019", explica el analista de IG Aitor Méndez.
En el primer trimestre de su año fiscal, que va de febrero a abril, los ingresos de Zoom se elevaron hasta los 328 millones de dólares (292 millones de euros), un 169% más que en el mismo período del año pasado.
Para el trimestre en curso, Zoom espera ingresos de entre 685 y 690 millones de dólares y un beneficio por acción de 0,73-0,74 dólares por acción, lo que ha sorprendido de forma muy positiva a los inversores.
Los máximos históricos logrados ayer por las acciones de Zoom contribuyeron a que tanto el S&P 500 como el Nasdaq Composite volvieran a cerrar marcando nuevos máximos históricos, apoyados en el gran comportamiento de la compañía y también en las noticias que se publicaron sobre Apple. El gigante de Cupertino anunció a sus proveedores la producción de 75 millones de iPhones, lo que impulsó con fuerza al alza la cotización de las compañías proveedoras de la multinacional, concretamente la de las compañías fabricantes de semiconductores.