A nivel fundamental, hay que destacar que el Banco Central Europeo (BCE) puso fecha para revisar su política de tipos hasta verano 2019. Y la inflación parece empezar estabilizada aunque haya en el mercado sensación de posible moderación en la renta variable EEUU. Si tenemos en cuenta que Europa suele ir retrasada en las políticas de bancos centrales, no es de extrañar que los tipos experimenten una subida similar a finales de 2019-2020. Seguiremos atentos a los datos macroeconómicos.
Este endurecimiento de las condiciones tiene una parte positiva, el sector financiero Europeo podría ver la luz al final del túnel, lo cual significa un cierto suelo en el cambio euro-dólar.