Tras la tendencia bajista iniciada a finales de enero de 2018 y tras la llegada a mínimos en niveles cercanos a los 59.3 euros, parece que la empresa de infraestructuras está cambiando la inercia, dando lugar a una pequeña corrección.
En el corto plazo, el escenario más probable es una continuación alcista en búsqueda de la resistencia más cercana en niveles de 71.5 euros. Si vamos con posiciones alcistas debemos de ser cautos en el largo plazo debido a que por fundamentales se encuentra en una situación desfavorable con respecto a la competencia dentro de su propio sector a causa de la deuda actual.