La financiación tradicional bancaria, cada vez con más fuerza estas empresas se hacen con una parte del mercado de este negocio que ha sido copado casi siempre en un 100% por las entidades financieras privadas.
Sin crédito no hay recuperación y las empresas necesitan el crédito para poder subsistir por ello, buscan la manera de conseguirlo si las entidades bancarias no se lo prestan, como está ocurriendo en la actualidad. Los niveles de crédito están a la altura del 2009 siendo el que hay, poco y caro, ya que es más fácil para las entidades financieras coger dinero del BCE sin límites colocarlo después en deuda pública y venderla posteriormente a sus clientes con un buen margen de beneficio y casi completa seguridad, variando el destino para el que les abrió la” barra libre” del crédito en el BCE, que no es otro que para que el crédito circulara y con ello la reactivación económica iniciara su camino.
El duro saneamiento involuntario o desapalancamiento forzoso al que han tenido que enfrentarse las empresas se está superando con duros recortes y muchas bajas en todos los sentidos, funcionando una pura economía de guerra para su supervivencia en la mayoría de las empresas que quedan puesto que a estas restricciones se une también el recorte en la financiación del proveedor habitual también afectado por la situación disminuyendo esta del 48% al 29% a la vez que se reducía en plazos e importes individuales. Todo ello hace que exista una situación muy propicia para que estas iniciativas de financiación ajenas al negocio bancario se establezcan y puedan consolidarse perdurando en el futuro como nuevos segmentos de negocio estable entrando en competencia directa con la banca como ocurre en otros mercados como el anglosajón, celebrando las empresas supervivientes que existan estas nuevas alternativas para poder tener más posibilidades. .
A estas nuevas fórmulas van las tradicionales empresas que descontaban pagarés, ya tradicionales. Ahora incluso anticipan facturas mediante factoring y el capital privado generalmente con los tipos de usura tradicionales, a los nuevos fondos de inversiones pasando por los bussiness angels
Es necesario que las empresas se acostumbren a esta nueva situación dado que nada volverá a ser como antes. El crédito habrá que buscarlo allí donde esté, negociar las mejores condiciones y acostumbrarse a lidiar con estos nuevos agentes del mercado que irrumpirán en el mismo con mayor presencia y liquidez, lejos están aquellos tiempos en que nos sorprendíamos de la existencia de créditos participados por varias entidades únicamente para empresas cotizadas que fueron extendiéndose a las pymes con solvencia, ahora la gestión financiera está cambiando la forma de hacer negocios a ritmos vertiginosos, en los mercados globales nos tenemos que mover con esas perspectivas , casi siempre el éxito de la empresa está en saber e gestionar entre otras cuestiones fundamentales los flujos de liquidez de la empresas.
Rafael Montava Molina
CEO Fidare
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