El S&P 500 sube un 0,63% hasta los 5.078 puntos, mientras que el DOW JONES avanza un 0,05%, en 38.105 puntos. El NASDAQ 100 sube un 0,83% hasta los 17.575 puntos.
Los grandes índices de Wall Street vienen de otra sesión negativa ayer después de que el informe del PIB del primer trimestre mostrase no solo una fuerte desaceleración en el crecimiento económico sino también una inflación persistente. El PIB creció un 1,6% en el primer trimestre, frente a una previsión del Dow Jones del 2,4%. Mientras tanto, el índice de precios de los gastos de consumo personal para el período aumentó a un ritmo del 3,4%, muy por encima del aumento del 1,8% del trimestre anterior.
“La Reserva Federal estará más preocupada por una inflación que supere su objetivo en el primer trimestre que por un crecimiento más lento”, explica Bill Adams, economista jefe de Comerica Bank. “Es probable que la Reserva Federal desacelere el ritmo de sus liquidaciones de balances en una de las próximas reuniones, pero espere hasta septiembre para comenzar a reducir las tasas de interés”.
Además, los inversores ya conocen el dato del índice de precios del consumo personal (PCE) de marzo, que es la variable favorita de la Fed para establecer su política monetaria.
El gasto de los consumidores, que supone más de dos tercios de la actividad económica subió un 0,8% en términos desestacionalizados en marzo, según el Departamento de Comercio de EEUU. En términos interanuales, el dato sube hasta el 2,7% interanual frente al 2,6% estimado y el 2,5% anterior. El PCE subyacente se sitúa en 2,8%, igual que el anterior, frente al 2,7% esperado.
Pese al castigo de ayer, los principales índices neoyorquinos están camino de completar una semana ganadora. El S&P 500 ha subido un 1,6% en lo que va de semana y se dirige a romper una racha de tres semanas de pérdidas. El Nasdaq ha ganado más del 2% y se dirige a su primera semana positiva en las últimas cinco. El Dow Jones ha subido un mucho más modesto 0,3% esta semana.
Alphabet y Microsoft tiran de Wall Street
Buena parte del impulso positivo de hoy viene de la buena acogida que han tenido las cuentas de Alphabet y Microsoft, presentadas ayer tras el cierre de la jornada regular.
Las acciones de Alphabet se disparan un 11,3% en la apertura después de que el gigante de Internet anunciase que los ingresos, excluyendo los costes de adquisición de tráfico, aumentaron un 16% con respecto al mismo período del año pasado hasta los 67.590 millones de dólares, superando las expectativas de los analistas de 66.070 millones de dólares. Las ganancias ajustadas por acción fueron de 1,89 dólares, frente a las estimaciones de consenso de 1,53 dólares.
Pero es que además Alphabet ha anunciado el primer dividendo de su historia, de 0,20 dólares por acción, al que se sumará una recompra de acciones por valor de 70.000 millones de dólares.
Solo un poco más modesta, del 3,2%, es la subida de Microsoft. Los ingresos totales de Microsoft crecieron un 17% en el trimestre que finalizó el 31 de marzo hasta una cifra de 61.860 millones de dólares que supera además los 60.800 millones que había anticipado el mercado. El beneficio neto, de 21.940 millones de dólares, o 2,94 dólares por acción, aumenta frente a los 18.300 millones de dólares del mismo trimestre del año anterior. Los analistas habían anticipado unas ganancias de 2,82 dólares por título.
La que no ha logrado cumplir con las expectativas es Exxon Mobil, que esta mañana antes de la apertura ha anunciado unas ganancias por acción de 2,06 dólares, por debajo de los 2,20 dólares por título que había pronosticado el mercado. Los ingresos sí logran batir las previsiones, con una cifra de 83.080 millones que se compara con los 78.350 millones esperados. Las acciones caen un 2,6% en las primeras operaciones.
Intel ganó 18 centavos por acción, ajustados, frente a unos pronósticos de 14 centavos por acción, y sobre unos ingresos de 12.720 millones de dólares que en este caso están por debajo de lo esperado (12.780 millones). Pero lo que más pesa en la cotización, con caídas superiores al 10%, es el débil pronóstico para el actual trimestre.
Para el segundo trimestre, Intel espera ganancias de 10 centavos por acción e ingresos de 13.000 millones de dólares en el punto medio. Ese pronóstico se compara con las ganancias esperadas por los analistas de 25 centavos por título sobre unos ingresos de 13.570 millones de dólares.
Más de un 23% se dispara Snap después de que la compañía detrás de Snapchat haya sorprendido al mercado con un beneficio por acción de 3 centavos de dólar, cuando los analistas habían previsto unas pérdidas de 5 centavos por acción. Los ingresos alcanzaron los 1.190 millones, superando también las expectativas (1.120 millones).
Las acciones Colgate-Palmolive suben en torno a un 2,7% después de que los resultados trimestrales de la compañía de productos de consumo superaron las expectativas. Las ganancias ajustadas por acción se situaron en 86 centavos, frente a los 81 centavos esperados de los analistas encuestados por LSEG. Los ingresos fueron de 5.070 millones de dólares, frente a la estimación de consenso de 4.960 millones de dólares.
Skechers sube un 14,5% después de que la compañía de calzado publicara resultados del primer trimestre que superaron las expectativas. Skechers registró ganancias de 1.33 dólares por acción e ingresos de 2,250 millones de dólares. Eso superó las ganancias de 1.10 dólares por acción y los 2,200 millones de dólares en ingresos anticipados por los analistas encuestados por LSEG.
Hasta ahora, alrededor del 38% de las empresas del S&P 500 han presentado ya sus informes trimestrales, y de ellas casi el 80% han superado las expectativas de ganancias.
En los mercados de materias primas, los precios del petróleo se encaminan a cerrar la semana con avances ante las señales de escasez de suministros. El Brent, que ha subido un 2,3% en la semana, sube un 0,70% hasta los 89,63 dólares por barril, mientras que los futuros del West Texas estadounidense avanzan otro 0,70% hasta los 84,16 dólares.
El euro baja un 0,10% frente al dólar hasta dejar el tipo de cambio en 1,0718 dólares por cada moneda única.
En la renta fija, de momento la rentabilidad del bono estadounidense a diez años baja tres puntos hasta marcar un 4,670%, mientras que el bono a dos años ofrece un rendimiento en el mercado secundario de un 4,993%.