A veces nos enfrascamos en justificar con mucha verborrea literaria determinadas cuestiones o comportamientos que en la vida real son muy fáciles de explicar. Los tiempos cambian cada vez más con una vertiginosa rapidez, observamos la vida diaria y los engranajes que hacen girar el sistema económico financiero no son ajenos a estos rápidos movimientos. Por ello, tratan de adaptarse algunos agentes lo más aceleradamente que pueden para no perder su posición y por ende su negocio, no se puede tener un negocio del siglo XXI, con sistemas anclados y pensados para XX
Por todo ello, se contempla un panorama bancario en la actualidad que en pocos años será completamente diferente: por entidades que no han podido adaptarse a los nuevos tiempos y han sido absorbidas por otras que sí lo han hecho o porque el sistema ya se ha dotado de nuevos canales y formas que cubren las necesidades financieras con rapidez y a buen precio que eran solicitadas por el mercado. Por ello simplemente elimina a las no adaptados.
Estos retos no son verdaderamente nuevos pero sí que van tomando cada vez mayor visibilidad para los agentes participantes. En primer lugar,
Por otra parte y en cuarto lugar, también hay que tener en cuenta que a corto plazo los instrumentos de pago en poder de todos los usuarios se generalizarán y eliminarán el dinero en efectivo para la mayor parte de las pagos cotidianos diarios con lo cual, el coste administrativo y de gestión que conlleva esta medida repercutirá por una parte en el sistema y por otra en las propias entidades que gestionaran mayores volúmenes de movimientos con menores costes, haciendo la vida un poco mas fácil, también contribuirá a tener un mayor control del sistema por la mayor exactitud de comprobación y control de los flujos dinerarios, esta modelo sí que será un paso definitivo que puede completar una revolución del medio y esto acontecerá en muy pocos años.
En quinto lugar, un elemento que irrumpe con fuerza es la proliferación de una banca paralela que cada vez tiene precios más competitivos se acerca más a las empresas con productos más solventes y fáciles de contratar así como con precios adecuados. Estos intermediarios financieros están llamados a jugar un papel importante en sistemas como el español, con empresas y negocios en los que predomina la pyme y a la cual la banca no siempre le ofrece la cobertura de sus necesidades y si lo hace, lo realiza a costes conjuntos que pueden ser superiores a los solicitados por estos nuevos canales .
Rafael Montava Molina
Asesor Económico Financiero
rafaelmontavamolina@gmail.com
www.rafaelmontava.com