La renta variable del Viejo Continente opta por las compras y se centra en los datos manufactureros que se han conocido a lo largo y ancho del planeta e ignora la escalada de tensión en Ucrania.
“Los indicadores económicos siguen sugiriendo que todo está donde debería para seguir adelante con la recuperación. Los datos en Europa, aunque no son espectaculares, se han mantenido estables por encima del nivel de expansión y los de Estados Unidos parecen ir en la dirección correcta”. Así describe los PMIs e ISM manufactureros que se han conocido a ambas orillas del Atlántico, Dirk Thiels, de KBC Asset Management, en Bloomberg. “Nos las hemos arreglado para cosechar un rendimiento 'decente' en el primer trimestre y ahora los inversores están esperando el próximo catalizador. Puede haber una sorpresa positiva por parte de las ganancias empresariales”, concluye.


“Como no podía ser de otra forma, liquidez, tipos nulos y expectativas de mejora económica dominan el universo inversor”, afirma José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi en España. “En el lado opuesto, los riesgos que ahora pasan desapercibidos, pero que pueden ser determinantes en el futuro”, son los siguientes: cambio de sesgo en la política monetaria en Estados Unidos o Reino Unido (“con aplanamiento de la curva de tipos y mayor inestabilidad) y China o mercados emergentes. “¿No digo nada de geopolítica?” Pregunta este experto: “Imponderables de difícil concreción. Veremos”, concluye.


Así las cosas, y a pesar de que Ucrania ha puesto punto y final al alto al fuego que mantenía con los rebeldes prorrusos, la renta variable del Viejo Continente comienza este mes de julio, y al mismo tiempo es segundo semestre del año, con subidas del 0,70% de media. En concreto, el Ibex 35 se anota un 0,77%, hasta los 11.007,8 puntos. El selectivo español recupera, por la mínima, el nivel psicológico de los 11.000 puntos. Y, por otra parte, ni se ha cerrado ni se ha anulado el hueco alcista de los 10.876 puntos y, explica José María Rodríguez, analista de Bolsamanía, esto “debería ser entendido como una señal de fortaleza”. Además, debemos tener presente que tanto BBVA como Banco Santander se encuentran en zona de soporte y, de momento, la respetan.

Tranquilidad en el corto plazo, que nos permite cuestionarnos: ¿Cómo será el trading dentro de 25 años? Interesante cuestión la que se plantean los expertos de CNBC, con una respuesta sencilla: “Muy diferente de como lo es hoy en día. De hecho, la tecnología cambia tan rápido que ya será completamente distinta en 10 años”. No es difícil de imaginar: “Lo que ahora tienen los ricos lo tendrá la clase media, y eso incluirá un asesor financiero personal las 24 horas del día”. Sí, aunque suene “loco y tecno-utópico”, es posible. Sólo hace falta mirar lo que la tecnología hace ahora y extrapolarlo. De momento, aquí hay siete tendencias:

- Se acercan los avatares digitales de renta variable. “Google conoce a Schwab”. La cantidad de información será enorme, pero no teman tendrá un asesor/asistente digital que “cace” las oportunidades por usted de acuerdo con sus especificaciones.


- Prepárese para comprar un valores híbridos. “Piense en cientos de derivados diferentes... de la misma compañía”. Se podrán crear varios tipos de acciones para cubrir, por ejemplo, los distintos perfiles de riesgo, o incluso combinar títulos de distintas compañías.

- Esté listo para roadshows de OPVs vía YouTube. El micromezenazgo y la microinversión serán comunes, especialmente para los valores de pequeña capitalización. Además, usted podrá “conocer” a las startp-ups a través de los vídeos informativos que implementen en el canal digital.

- Visión de los mercados de capital de 24 horas al día. Los futuros nos la proporcionan ahora, pero la distinción entre contado y futuros será borrosa en 25 años, no habrá latencia para el dinero.

- Usted será Goldman Sachs, JP Morgan o Morgan Stanley... El inversor tendrá acceso a datos masivos y, a través de su avatar, podrá procesarlos y batir al mercado. El análisis de trading tradicional, “el pan y la mantequilla del actual lado bajista de Wall Street se reducirá drásticamente”.

- Wall Street empleará a sus hijos y bisnietos. “Goldman Sachs existirá, pues habrá información que no sea ampliamente conocida y no estará inmediatamente digitalizada (…) esto significa que aún habrá trabajo en la bolsa de Nueva York: fusiones y adquisiciones, oficiales de tecnología, banqueros de inversión, gestores de capital privado... los pilares del mercado no van a desaparecer”.

- La próxima Gran Depresión sucederá en una milésima de segundo. Los inversores deberán acostumbrarse a significativos movimientos en los precios en periodos de tiempo ínfimos. “Podremos tener ciclos completos de estallido, recuperación y rebote en cuestión de minutos. Quizá segundos”.

Sara Carbonell