MADRID, 06 NOV. (Bolsamania.com/BMS) .- Las bolsas ha protagonizado hoy movimientos tranquilos que han acabado en subidas del 0,5% de media, (del 0,42% en el caso del Ibex 35. El selectivo partirá desde los 9.837,10 puntos mañana, un día en el que comienzan dos sesiones muy intensas para los inversores. Jueves y viernes serán dos jornadas importantes: mañana porque se reúne el Banco Central Europeo (BCE) para informar sobre su decisión mensual sobre tipos, y el viernes porque se publicará el Informe de Empleo del mes de octubre en Estados Unidos.
Ambas citas son mensuales, pero en esta ocasión son más relevantes que en meses pasados. ¿Por qué? En el caso del BCE, los analistas que elaboran el consenso de mercado están más polarizados que en anteriores encuentros. Grandes casas de análisis como JP Morgan, UBS o Bank of America han cambiado en los últimos días sus previsiones y ahora creen que en lugar de mantener el precio del dinero en el 0,5%, el BCE lo bajará al 0,25% al calor de una inflación que se sitúa muy por debajo de su objetivo. En su última lectura, los precios en la Zona Euro mostraron una subida del 0,7% frente a la meta del 2% del BCE.
Esta inesperada caída en la inflación tiene varias lecturas: podría significar que la Zona Euro se encamina a años de estancamiento o incluso de depresión; o, todo lo contrario, podría ser un síntoma de salud que demuestra que los países periféricos en problemas del sur están recuperando su capacidad para competir en precio con otros mercados mundiales. Tan enfrentadas están estas posturas, que es normal que mientras unos piensan que el BCE está asustado y bajará los tipos, otros opinan que Mario Draghi no querrá lanzar un mensaje de pánico y esperará a diciembre para bajar los tipos. Esta última sigue siendo la opinión mayoritaria en el mercado. En cualquier caso, no cabe duda de que al tradicional debate acalorado que debe producirse en los consejos de Gobierno del BCE cada mes entre los 23 miembros que representan a países en muy distintas circunstancias, se suma ahora la controversia entre los economistas.
Con o sin sustos o decepciones por parte del BCE mañana, “el show” continuará en los mercados el viernes y lo hará con otro protagonista: el Informe de Empleo mensual de Estados Unidos. Esta referencia es siempre vital, pero este viernes adquiere una relevancia destacada porque incluirá los datos de octubre, un mes cuya primera mitad sufrió el cierre del Gobierno de Washington (el shutdown). Además, los datos del mercado laboral son una de las referencias de las que depende la política de la Reserva Federal (Fed) que, a su vez, es de quien depende el mercado desde que hace años se iniciaron las inyecciones de liquidez.
Hablar de Informe de Empleo, por tanto, es hablar de la Fed, y más cuando se espera que durante la conferencia anual de investigación del Fondo Monetario Internacional (FMI) que se celebrará entre mañana y pasado se presente dos estudios elaborados por dos miembros de la Fed con conclusiones interesantes. Uno de ellos intenta restarle importancia a uno de los pilares de la Fed, el que supone mantener la inflación anclada en el 2%, e insta a que, para prevenir los nefastos efectos del paro, la Fed presione con fuerza para apoyar el crecimiento económico, incluso si sus medidas causan que la inflación supere ese 2% durante algún tiempo.
El otro apunta directamente al umbral del 6,5% en la tasa de desempleo que se marcó la Fed como mínimo para empezar a subir los tipos: “Antes de comenzar a subir los tipos (normalizarlos) se debería alcanzar una tasa de desempleo del 5,5% y no tanto del 6,5% actual”. Jan Hatizius, economista jefe de Goldman Sachs, reconoce que “es difícil cuantificar la importancia de estos dos nuevos estudios”, pero considera que esto llevará a la Fed a rebajar su desempleo mínimo aceptado para tocar los tipos al 6% en su reunión de marzo.
Esto es positivo porque se entiende que la Fed podría retrasar el aumento en los tipos de interés, ahora estimado para 2015, y lanzar un mensaje de que no subirá el precio del dinero hasta que el paro baje al menos al 6%, momento que se supone implicará que la economía está más fuerte. Claro que la clave para muchos a corto plazo sigue siendo el tapering no los tipos, es decir, la reducción en el programa de compra de bonos. Sobre este tema los informes no dicen nada, pero bueno, Bernanke es un experto en el arte de “engañar”. Ya lo hizo en junio cuando anunció el tapering para septiembre y, después de que los mercados lo descontaran, no lo llevó a cabo.
María Gómez