Las bolsas europeas acumulan ganancias del 1,80% de media en estas cinco sesiones
¿Cree usted en la magia (del mercado)? Es la pregunta que plantea desde las páginas de MarketWatch el analista Brett Arends, en cuya opinión la respuesta de Wall Street es un rotundo “Sí”. Los inversores, señala, “creían en la magia a finales de 1990, tal vez influenciados por Harry Potter. También lo hacían en 2006, quizá debido a la influencia de los vampiros de Crepúsculo. Y al parecer creen en la magia hoy, ¿puede que por The Walking Dead?”
Opina este experto que los participantes del mercado “todavía creen en lo sobrenatural, si tenemos en cuenta su entusiasmo por el S&P 500 a los precios actuales. ¿Magia? ¿Sobrenatural? ¿De qué estoy hablando? La versión de Wall Street de la magia es la creencia, muy repetida, en que las bolsas ganan cerca de un 10% anual en promedio”, explica.
Una “fe” que se basa “en la creencia pseudocientífica de que las finanzas son una ciencia natural, como la biología o la química. La renta variable sube un 10% al año, dicen, al igual que el agua hierve a 100 grados. Este es el esquema de las cosas. El orden del universo”.
Y para apoyar esta afirmación, “apuntan a datos que se remontan a 1920, década en la que, de hecho, las bolsas cosecharon una rentabilidad aproximada del 10%”. Pero, matiza Arends, no hay nada mágico detrás de estos retornos; hay datos: una rentabilidad por dividendo del 4,5%, un crecimiento de las ganancias empresariales en línea con la mejora del PIB que fue del 3,5%; y un 3% de inflación.
Las acciones “no son runas, ni totems mágicos, ni capas de invisibilidad o Quaffles en un partido de Quidditch. Son simplemente peticiones en una corriente futura de dividendos. Y sólo se pueden generar más retornos con los dividendos actuales, más el crecimiento, más la inflación, menos cualquier dilución”.
Y aquí está el problema: “La rentabilidad por dividendo actual ya no es del 4,5% de los años 20, es inferior al 2%”. Mientras, el crecimiento económico ni se acerca al 3,5% de aquella década, por el contrario, “se ha vuelto más lento con el paso del tiempo y en los últimos 20 años la economía de Estados Unidos sólo ha crecido un 2% anual (más la inflación) o menos”. En base a esto, los rendimientos de largo plazo de los inversores probablemente sólo sean del 3% “real”, concluye.
EL IBEX 35 RESISTE Y SUBE UN 2,72% EN LA SEMANA, SIN SEÑALES DE DEBILIDAD
Y mientras la magia fluye... la realidad golpea: las bolsas europeas, lastradas de nuevo por la escalada de las tensiones en Ucrania, cierra la jornada del viernes con caídas del 1% de media. En concreto, el Ibex 35 se ha dejado un 0,53%, hasta los 10.500,2 puntos.
Sin embargo, el acumulado semanal es más halagüeño: subidas del 1,80% de media para el Viejo Continente y del 2,72% para el selectivo español.
Técnicamente, José María Rodríguez, analista de Bolsamanía, destaca que el mínimo del viernes se ha marcado en los 10.436 puntos y desde ahí el selectivo ha comenzado a recuperar posiciones, “lo que de alguna manera vuelve a recordarnos que ese nivel de los aproximadamente 10.420 puntos sigue actuando como soporte”.
En su opinión, “por el momento seguimos sin tener ninguna señal de debilidad dentro del actual movimiento de rebote”.